Salud

El omega 3 reduce probabilidades de sufrir del corazón

Las personas que tienen niveles altos en sangre de ácidos grasos omega 3, que se alimentan casi de pescados y mariscos, pueden ver reducida en un 35 % la probabilidad de morir por enfermedades del corazón, según un estudio de 2013 de la Escuela de Salud Pública de Harvard y de la Universidad de Washington.

¿Por qué el omega 3 es un seguro cardiovascular? Porque es un ácido graso poliinsaturado que favorece que los niveles de colesterol sean bajos, con lo que se evita que este se acumule en las arterias y desemboque en la aterosclerosis, la antesala de muchas enfermedades del corazón. La menor incidencia de estas se registra entre los japoneses y los esquimales, los dos grupos de población con mayor consumo de pescado del mundo.

La dieta mediterránea, que ha proporcionado a los españoles una esperanza de vida de las más altas del mundo, cada vez lo es menos. Uno de sus componentes clave, el pescado azul, no está tan presente en nuestros platos como debería.

El 52 % de la población reconoce que no lo come en la proporción recomendada y el 30 % lo ha borrado directamente de sus menús, según la Encuesta de Consumo de Pescado en España 2015, que ha hecho la Fundación Española del Corazón (FEC) entre más de 2.000 personas.

Cuando se les pregunta por los motivos, el 31 % contesta que no lo toma porque no le gusta, el 18 % argumenta que es difícil de cocinar y el 17 % no lo hace porque le resulta caro. Detrás de este déficit de consumo de pescado azul y de otros productos de la dieta mediterránea está la incorporación de cada vez más platos elaborados.

Según los especialistas integrados en la Sociedad Española de Cardiología, prescindir de las sardinas o el atún, y otros factores como el sedentarismo, pueden incrementar las enfermedades cardiovasculares, que ya representan la primera causa de mortalidad. “El 80% de estas patologías podrían evitarse con hábitos saludables”, apunta Leandro Plaza, presidente de la FEC.

5 fuentes beneficiosas de omega 3

Atún: además de los indispensables ácidos grasos omega 3, aporta vitamina E, un antioxidante que ayuda al sistema inmune.

Sardina: contiene vitamina B6, que ayuda a combatir la depresión, la diabetes y el asma. Las enlatadas proporcionan mucho calcio.

Boquerones y anchoas: en su grasa está presente la vitamina A, que protege la visión. Es notable su contenido en magnesio, importante para el funcionamiento muscular.

Caballa: constituye un alimento rico en vitamina B12. Esta facilita la producción de neurotransmisores y es clave para el metabolismo.

Salmón: es una importante fuente de vitaminas, entre ellas la D: contribuye a absorber el calcio y, por tanto, a evitar la osteoporosis.

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