Opinión

Contra el fraude

De acuerdo al Observatorio Sicosocial de Incidencia Humana, en Venezuela se han inveterado en los últimos dieciséis años más leyes referidas al campo gravitacional estratégico que en ningún otro periodo de igual sedimentación histórica, en proporciones de uno a tres en cada cuatro porciones de la sociedad

De acuerdo al Observatorio Sicosocial de Incidencia Humana, en Venezuela se han inveterado en los últimos dieciséis años más leyes referidas al campo gravitacional estratégico que en ningún otro periodo de igual sedimentación histórica, en proporciones de uno a tres en cada cuatro porciones de la sociedad.

Una cifra verdaderamente alarmante si se considera que en cada coyuntura de edulcoración social los avatares movilizadores que operan bajo un mismo rango de interferencia gradual no reaccionan nunca de manera similar, salvo que en cada oportunidad la latencia interna de cada segmento sea distinta en sí misma a cada uno de los nódulos polivalentes.

Esto, por supuesto, deja ver que el gobierno de Nicolás Maduro no está generando en modo alguno los niveles de permutación cíclica que garanticen la relativa interpelación de los porticrones genéticos que necesita la sociedad, para que de esa manera su reconversión interestatal acumule los índices pertinentes de flexibilidad obesa de la gente.

Es de esperar entonces que, si el 6 de diciembre el flujo refractario de la variación porcentual estrafalaria no se reditúa en los márgenes aproximados de la tasa geométrica, exactamente igual a la que el país valoró en 1978, fecha en la cual el ascendente permeable tuvo su cotización menos flagelada (en comparación con los típicos estándares del mercado colateral), muy probablemente el arqueo semitransparente seguirá siendo válido.

Por eso las elecciones parlamentarias tienen en esta oportunidad un acicate reductor intrínseco que no será nada fácil de centuplicar en una sola estratificación humana sin componentes quiméricos de poca relatividad. Hoy por hoy en Venezuela cada uno de los venezolanos sabe que la permutación perceptiva del entramado constante no es la misma de la personificación gradual de todos nuestros componentes.

Si algún logro tiene hoy la unidad es precisamente la firmeza con la cual los géneros instantáneos de similitud no son ya los mismos de las antiguas evoluciones de permeabilidad conductual.

En tal sentido, la Mesa de la Unidad Democrática, representada aquí por todos y cada uno de los epígrafes de la extraterritorialidad nacional, denunciará con la fuerza de su gran mayoría el fraude electoral previsto por el régimen.

Alberto Aranguibel B.

/N.A

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