Se cumplen 110 años del natalicio de Alberto Arvelo Torrealba
La historia simboliza la eterna lucha del bien contra el mal, representada en un contrapunteo en el cual quien "pela" la letra, pierde y sobre esta posibilidad, al comienzo del poema el Diablo reta a Florentino y le invita a una "porfía" en Santa Inés, lugar de la célebre batalla del general Ezequiel Zamora en 1859
Es muy popular el corrío musical que inicia en una noche oscura, fría y de lluvia, en la que varios llaneros reunidos advierten sobre el aguacero que cae y recuerdan la noche cuando Florentino cantó con el Diablo, poema del Alberto Arvelo Torrealba, quien este viernes cumple 110 años de su natalicio.
Publicado en 1940 con una primera versión de 280 versos, en el libro Glosas al cancionero, el poema "Florentino y el diablo" también formó parte de la composición La Cantata Criolla de Antonio Estévez, que ganó el Premio Nacional de Música en 1954; y la leyenda que recreó Rómulo Gallegos en su novela Cantaclaro.
La historia simboliza la eterna lucha del bien contra el mal, representada en un contrapunteo en el cual quien "pela" la letra, pierde y sobre esta posibilidad, al comienzo del poema el Diablo reta a Florentino y le invita a una "porfía" en Santa Inés, lugar de la célebre batalla del general Ezequiel Zamora en 1859.
Florentino, hombre humilde de llano, pero recio en la copla y el canto, acepta el reto del espanto. "Sepa el cantador sombrío, que yo cumplo con mi ley, y como canté con todos, tengo que cantar con él".
Cuando comienza la "porfía" el diablo y Florentino se retan con adivinanzas, "quién es el que bebe arena en la noche más oscura", y retos de palabras, "Dame campo pensamiento y dame rienda albedrío, pa’ enseñarle al que no sabe, a rematar un corrío".
Ambos se desafían con las rimas: "Si me cambió el consonante, yo se lo puedo cambiar". Florentino advierte que puede vencerlo al amanecer y mantiene el contrapunteo toda la noche, hasta que el Diablo lo amenaza con su expresión "Capitán de la Tiniebla es quien lo viene a buscar".
Florentino quien cuenta con despunte del alba comienza a invocar a las vírgenes y la Santísima Trinidad hasta ver al diablo huir en un "negro bongo que echa a andar".
El poema posee diversas interpretaciones, como la clásica lucha del bien contra el mal, la personificación de las fuerzas de la naturaleza que en el llano son el verano ("catire Florentino") y el invierno ("con tanto barrial y lluvia").
También la connotación histórica, de Zamora contra los godos, y en 2004 le fue adjudicada la lectura política, que concretó la victoria popular de la revolución en el referéndum revocatorio presidencial, siendo Florentino un ideal de patria y el Diablo la oligarquía.
Una década después de su primera publicación, se divulgó su versión más popular, con 460 versos y posteriormente, en 1957 se publicó una con 1.200 versos, la más conocida es la versión cantada del corrido, hecha por Juan de los Santos Contreras, "El Carrao de Palmarito" y José Romero Bello, ambos apureños que interpretan al Diablo y a Florentino, respectivamente.
El barinés Alberto Arvelo Torrealba, creador de este legado cultural, nació el 4 de septiembre de 1905, fue poeta, abogado, docente, ministro y embajador, en 1966 obtuvo el Premio Nacional de Literatura y falleció en Caracas en 1971.
Su Antología Poética, fue publicada en la colección Biblioteca Básica de Autores Venezolanos (2004), de Monte Ávila Editores.