El primer incidente con Guyana
El primero de ellos ocurrió cuando comenzaba 1969. En una zona del Esequibo vecina a Venezuela, se había gestado un movimiento que promovía su separación de Guyana y anexión a Venezuela, que dirigía Valeri Hart, modesta hacendada, y quien hizo contacto con gente del Gobierno que le ofreció el apoyo solicitado, incluso, para concretar ese apoyo, integró un “destacamento” comandado por López Sisco, conocido por su acción en la masacre de Yumare, en Yaracuy.
En esos momentos se daba la transición de los gobiernos de Raúl Leoni a Rafael Caldera. El ministro del Interior, Reinaldo Leandro Mora, habría persuadido a los más altos niveles del gobierno de que si tenían éxito, era una victoria de AD y del presidente Leoni, y si fracasaban, le correspondería resolver la situación al gobierno de Caldera. Y en efecto, así ocurrió, los dos presidentes se reunieron, y finalmente el de Caldera negó cualquier apoyo a ese grupo, y la mejor demostración la dio cuando el 14 de enero el embajador en Guyana, el teniente coronel Peña Peña, regresaba a Georgetown por órdenes de Caldera.
El otro episodio es el que estamos viviendo ahora, promovido por factores externos, como es la Exxon-Mobil y en el cual tiene alta responsabilidad el gobierno guyanés al darle concesiones para explorar mares donde presuntamente hay petróleo siendo una zona en reclamación, que, de acuerdo con el tratado de Ginebra, no puede ocurrir salvo con la aceptación de los dos países.
Sin embargo, la situación no puede compararse con la de 1969, en ningún sentido, pues ahora existen intereses transnacionales en el petróleo e intereses políticos en tanto Washington sabe que debilita las posiciones de Venezuela en sus relaciones con Caricom, debilitan la propia Caricom y suponen que algún efecto negativo tendrá en la integración latinoamericana.