Opinión

Tiempos de “bachaqueo”

El “bachaqueo” no es un oficio ni puede ser aceptado socialmente como una actividad informal de la economía. El “bachaqueo” es delito

El “bachaqueo” no es un oficio ni puede ser aceptado socialmente como una actividad informal de la economía. El “bachaqueo” es delito. Esa conducta de comprar productos de primera necesidad para venderlos por precios superiores a los establecidos por el Estado o por regulación directa o por lineamientos para precios justos se fue más allá del lenguaje cotidiano y de su concepto original se hizo expansivo y traspasó fronteras. Se trata de una delincuencia compleja que aflora en diversas formas y destroza, lentamente pero en “colas”, la economía del país. Comenzaron a pie, en motos y en busetas; hoy utilizan cualquier medio de transporte y comunicación.

El “bachaqueo” es contrabando de extracción, se vuelve usura por la desproporción y se convierte en especulación por los márgenes de ganancia. Siempre termina en acaparamiento porque solo los “bachaqueros” logran comprar a precio justo, sin dejar pasar inadvertido que cometen boicot al impedir la distribución de los alimentos a la población. Por supuesto, sus acciones hacen posible que se mantenga el desabastecimiento. Vivimos peligrosamente en tiempos de “bachaqueo”.

El “bachaqueo” es una conducta afrentosa. Va contra el gobierno y contra la revolución. Ataca proyectos sociales, especialmente en salud y alimentación. Sin duda alguna está ligado a la corrupción y crea desestabilización. Pero eso no es todo, existe algo más profundo en sus causas, en su explicación: el “bachaqueo” asoma en el país una falta de conciencia del deber social que es el principio más trascendente de una ética socialista. Eso es grave, independientemente del dolo impetuoso con que actúa el “bachaqueo” para atacar la economía, o de las opiniones que lo reprochan, como la del amigo que dice que es, quizá, sin darnos cuenta, la etapa superior de las conspiraciones; o la del otro amigo que lo señala como un subproducto de los paramilitares. Pero lo cierto es que el “bachaqueo” sigue “en pleno desarrollo” y no hemos visto, hasta ahora, barreras ni maneras de contenerlo. Hay que derrotarlo como sea. Ya se viste de “cuello blanco” con su “dollar today” en esa dinámica perversa de aquí para allá y de allá para acá que busca asociar el “bachaqueo” con socialismo. El “bachaqueo” es delito y es contrario a la ética del trabajo.

Abogado

/N.A

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