Opinión

Añoranza golpista

La oposición venezolana es bicéfala, por lo menos sus cuadros directivos. Tantas contradicciones le van quitando el ánimo a sus seguidores

La oposición venezolana es bicéfala, por lo menos sus cuadros directivos. Tantas contradicciones le van quitando el ánimo a sus seguidores. Algunos analistas señalan que tienen un discurso que se amolda a la audiencia a la cual se dirijan. Si están en foros o medios de Miami son -definitivamente- golpistas, andan viajando con financiamiento de las ONG que han aupado al golpismo y se dicen demócratas.

La retórica opositora, en relación con el Poder Electoral, es de confrontación y descalificación. Si la oposición gana reconoce al CNE, de resto lo cuestiona, rechaza y demoniza. Qué cantidad de epítetos han lanzado contra este organismo y sus rectores. En este momento exigen escenarios, cronogramas, de nuevo la cantaleta con la depuración del REP y el replay de los jóvenes que -según ellos- no se han inscrito en el registro.

Primero Justicia, Alianza Bravo Pueblo y Voluntad Popular, utilizan su discurso frente el CNE como una mampara. Para estas organizaciones, las vías institucionales que establece la Constitución, les dan piquiña. Su ambición por el poder los hace cortoplacistas. En su desespero, buscan las vías rápidas. Sus voceros piden al CNE que anuncie la fecha de las parlamentarias. Se acaba de informar que se realizarán el último trimestre de 2015.

Nunca segundas partes fueron buenas, y en el caso del golpismo -¡vade retro satanás!- menos. La oposición en sí misma está desarticulada, atomizada. No tiene un discurso coherente. La militancia en dos vías, electoral y golpista, la carcome. No hay un liderazgo que la cohesione, y el tema de las primarias que no serán tales y del pago de una gruesa suma por inscribirse para optar a una postulación, fue la gota que derramó el vaso.

Las fantasías de la oposición son “obtener fuerza en los sectores populares” y “llegar a las grandes mayorías”. Esto hay que bregarlo y ganárselo, no con retórica, con acciones. Esta razón llevó a la MUD a designar a Jesús Torrealba como su secretario ejecutivo. Error garrafal. Cuando abre la boca espanta a los seguidores. Acaba de decir que hay que ganar la Asamblea para designar a todos los integrantes de los poderes: CNE, TSJ, Defensoría, Contraloría. Una remezón total. ¿Recuerdan a Carmona y a Daniel Romero?. ¡Es el mismo musiú con diferente cachimba!

Profesora UCV

/N.A

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