Científicos superarón la velocidad de la luz en un experimento
En 2011, la comunidad científica se encontró al borde de un descubrimiento que, de haber sido confirmado, habría alterado las bases de la física moderna. Años después, el que encabezó el revolucionario proyecto recuerda cómo estuvieron a un paso de descubrir algo inimaginable: que la velocidad de la luz puede ser superada.
Antonio Ereditato lideró un equipo de 160 físicos de 13 países que participaron en el proyecto OPERA, cuyo objetivo era estudiar la física de neutrinos. Ereditato encabezó el experimento entre 2008 y 2012.
A finales del invierno de 2011, los científicos se quedaron atónitos al descubrir algo que se creía imposible: que la velocidad de la luz podría ser superable.
Unos neutrinos -partícula elemental de materia- sorprendieron a los físicos al superar ligeramente la velocidad de la luz (299.792 kilómetros por hora), la constante en la que se basan muchas teorías y en primer lugar la teoría de la relatividad de Albert Einstein.
Las partículas lanzadas desde las instalaciones del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), en Suiza, al laboratorio subterráneo de Gran Sasso, en Italia, supuestamente superaron a la luz en unos 60 nanosegundos.
"El tipo que está mirando los datos me llama. Me dice: ‘Veo algo extraño’", recuerda Ereditato en una entrevista concedida al físico y escritor Ransom Stephens, según publica el portal científico Nautilus.
Ereditato no cree que se tratara de un error. "No creo que sea justo decir esto", explica el físico. "Si lo decimos así, sesgamos nuestro análisis. Así que cuando recibimos esta indicación de algo tan sorprendente, la primera reacción fue, bueno, vamos a ver por qué eso es así", agrega.
Hay que tener cuidado, porque si damos la impresión de que la ciencia nunca dice ‘sí’ o ‘no’, de que dice siempre ‘quizás’, entonces la gente piensa, ‘Bueno, no hay que confiar en la ciencia’
Sin embargo, confiesa que, como cualquier científico, desde el primer momento "fue muy, muy, muy escéptico" y empezó a comprobarlo todo: la sincronización, el receptor, el GPS, el transmisor del receptor al detector…
Al final sucedió lo inevitable: la noticia se filtró, y las personas ajenas al experimento empezaron a rumorear que la relatividad ya no era inviolable, un resultado que sacudiría los cimientos de la física. Los rumores se expandieron "a la velocidad de la luz", ironiza Ereditato.
Ante aquella difícil situación, los físicos se vieron obligados a revelar a la sociedad los resultados preliminares del experimento durante un seminario especializado del CERN. Aunque intentaron evitar declaraciones impactantes e insistieron en que los datos aún habían de ser comprobados, el anuncio causó el efecto de una bomba.
Las posteriores pruebas del OPERA confirmaron todos los resultados, y el siguiente paso fue buscar una confirmación independiente fuera del proyecto OPERA. La sorpresa y la decepción de los físicos no tenían límite cuando se descubrió un error en su sistema de cronometraje, causado por un fallo en un cable de fibra óptica.
Al ser detectado y eliminado el error, la medición de la velocidad del neutrino del OPERA se convirtió en la más precisa del mundo. Sin embargo, las conclusiones preliminares del experimento no se confirmaron.
La teoría de la relatividad de Einstein siguió siendo ley, y Antonio Ereditato, junto con el coordinador del experimento Dario Autiero, dimitieron.
Años después, Ereditato reflexiona sobre su experimento. "A la sociedad le gusta lo blanco y lo negro", pero las cuestiones científicas no siempre se resuelven de manera tan clara, opina el científico.
"Hay que tener cuidado, porque si damos la impresión de que la ciencia nunca dice ‘sí’ o ‘no’, de que dice siempre ‘quizás’, entonces la gente piensa, ‘Bueno, no hay que confiar en la ciencia’", añade.
Hoy en día, Ereditato es director del Laboratorio de Física de Altas Energías de la Universidad de Berna (Suiza), y sigue participando en varios experimentos con neutrinos. El experimento OPERA, por su parte, lo dirigen otras personas y continúa a la caza de las oscilaciones de neutrinos y recolección de neutrinos tauónicos (partículas subatómicas de masa apenas mensurable). Hasta el momento, han encontrado cuatro.