Trazan ruta para Zona Económica Binacional
La frontera entre Colombia y Venezuela avanza hacia una nueva fase de pragmatismo económico y planificación estratégica. Autoridades de ambos países, junto al sector productivo y organismos multilaterales, definieron la hoja de ruta que regirá el desarrollo de la Zona Económica Binacional, Táchira-Norte de Santander, un mecanismo diseñado para cambiar la matriz histórica de la región y convertirla en un polo de desarrollo compartido.
Freddy Bernal, gobernador del estado Táchira y anfitrión del encuentro, destacó que esta hoja de ruta se inscribe dentro del «Máster Plan» regional y busca redefinir la frontera no como un límite, sino como un mecanismo de integración. «Pretendemos avanzar hacia tener municipios espejo entre Norte de Santander y Táchira. Son economías complementarias con conexión multimodal», afirmó el mandatario regional.
Bernal explicó el concepto operativo de la propuesta, «queremos que Puerto Santander y García de Hevia, especialmente Boca de Grita, sean municipios espejo. Allí trabajaremos en sistemas de salud, aguas blancas y servidas de igual beneficio para ambos lados».
Enfatizó que la paz es el activo principal para atraer capitales. «El Táchira es uno de los pocos espacios en América Latina que permite una ruta corta entre el Pacífico y el Atlántico. Ya estamos trabajando en planes concretos, como inversiones textiles de empresarios colombianos en la zona de San Antonio y Ureña».
Geopolítica y salida al mar
Para el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, el documento presentado representa la consolidación de aspiraciones históricas y una respuesta necesaria ante el crimen transnacional que floreció durante la ruptura de relaciones.
»Los dos gobiernos están claros en que la frontera es el espacio ideal para el desarrollo. Para Colombia, esto significa darle vida al oriente del país. Somos un país bastante andino y con Venezuela tenemos la posibilidad de salir al Caribe», analizó Rengifo.
El diplomático subrayó la importancia geopolítica del acuerdo, «Táchira es un punto equidistante para las aspiraciones colombianas de desarrollar la altillanura (Arauca, Casanare) y su salida al mar Pacífico, utilizando Apure y Táchira».
Cronograma técnico y confianza empresarial
La validación técnica del proyecto recae sobre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Eduardo López Mancisidor, representante del organismo en Venezuela, detalló que el instrumento nace del memorando de entendimiento firmado por ambos gobiernos en julio.
»Hemos distinguido tres etapas fundamentales. Una a corto plazo, de dos años, para sentar las bases de gobernanza y otras iniciativas a mediano y largo plazo en un horizonte de 5 a 10 años», explicó López Mancisidor, quien valoró el aporte como un paso para «cristalizar la voluntad política en acciones concretas».
Por su parte, el sector privado, representado por Felipe Capozzolo, presidente de Fedecámaras, puso el acento en la necesidad de reglas claras. Para el gremio empresarial, el éxito de las zonas económicas globales depende de dos factores: incentivos y marco legal.
»El elemento más determinante es la institucionalidad. Aquí hay que desarrollar una institucionalidad para la zona económica binacional en la cual ambos países hagan el máximo esfuerzo. Con los incentivos necesarios y las reglas claras, podrá obtenerse ese desiderátum de la hoja de ruta que es el crecimiento económico en paz», concluyó Capozzolo.
