
El Comité Noruego, con la narrativa belicista de la ultraderecha mundial y local, se inclinó por otorgar el ahora más desprestigiado galardón del Premio Nobel de la Paz a la promotora de la guerra en Venezuela, María Corina Machado.
Asimismo, desestimaron «auténticas luchas colectivas», como la del pueblo palestino, y a figuras prominentes como la activista climática sueca Greta Thunberg. Al tomar esta decisión, los miembros del famoso premio parecen alinearse con la política del sector más «violento» del gobierno de Donald Trump. Se subraya la ironía de esta convergencia, dado que el propio Trump aspiraba al galardón, un premio que, según los críticos, «cada vez más opta por figuras de la derecha mundial».
Nota en desarrollo…
 
  
 


