Ciencia y Tecnología

La última compuerta del Canal de Panamá

Es la última mole de acero estructural, de las 16 que abrirán y cerrarán las nuevas esclusas para el cruce de barcos tan imponentes por su tamaño, como lo es la monumental obra que hace historia en el país, en estrecha competencia con otras no menos complejas como el Metro capitalino

Sin peripecias, con exactitud milimétrica, el original transporte autopropulsado con más de 300 ruedas guió a la gigantesca compuerta hasta su nicho, lo que cierra la etapa más riesgosa de la ampliación del Canal de Panamá.

Es la última mole de acero estructural, de las 16 que abrirán y cerrarán las nuevas esclusas para el cruce de barcos tan imponentes por su tamaño, como lo es la monumental obra que hace historia en el país, en estrecha competencia con otras no menos complejas como el Metro capitalino.

Para romper la perfección del operativo, a último minuto, cuando ya la estructura de unos 32 metros de alto y 57 de ancho se encontraba de frente al nicho, un sensor del vehículo que lo transportaba falló, pero fue sustituido en poco tiempo y finalmente llegó a su destino.

Culmina así con éxito el reto mayor que se impusieron los ingenieros y técnicos que proyectaron y ejecutan la ampliación de la centenaria vía interoceánica, que aunque confiados en el resultado positivo, respiraron aliviados cuando la última compuerta descansó en su nicho la tarde de este martes.

"Feliz, feliz", fue la frase que la ingeniera Ilya Espino expresó a Prensa Latina sobre su estado de ánimo, aunque confirmó su confianza en el éxito que le acompañó en todo momento.

Cuenta la encargada del Programa de la Ampliación del Canal, que tuvo sus dudas, pero se disiparon temprano, cuando le mostraron en Italia cuál sería la solución técnica de las compuertas de movimiento lateral y su forma de colocación. Y bromeó tras una carcajada: "Al principio sí, pero ya en la 16 no".

En lo inmediato, después de concluir las conexiones electromecánicas de los dispositivos, comenzarán en junio las pruebas de inundación de las esclusas del Atlántico, primero, -dijo Espino- y después en el Pacífico.

Las pruebas iniciales con barcos serán en enero y para abril se programa la apertura de este tercer juego de esclusas al tránsito comercial, o sea, en apenas 11 meses estará concluida en lo esencial la obra ingeniera, aseguró.

No obstante, aunque mucho se hizo desde su comienzo el 3 de septiembre de 2007 hasta la fecha, aún quedan por terminar muros, instalaciones de válvulas, dragado y otras tareas de la ruta crítica.

"La meta nuestra es bien clara, vamos a terminar la ampliación del Canal de Panamá y el primero de abril estará abierto a la navegación internacional", expresó a Prensa Latina el ministro para Asuntos del Canal, Roberto Roy.

"Llegamos a este día feliz para toda la Autoridad, su administración, junta directiva y sobretodo para los trabajadores que durante siete años laboraron aquí; así que vamos a enfocarnos en terminar la obra", exclamó el titular.

Esta vía acuática, cuya concepción está basada en atravesar una cadena de elevaciones en el centro del Istmo mediante un lago artificial llamado Gatún, forma una escalera por cada lado, donde los buques suben y bajan desde y hasta los océanos Atlántico y Pacífico.

De ahí que la disponibilidad de agua sea el elemento esencial en el funcionamiento del Canal, y para garantizar esto, en la nueva ampliación se planificó subir 45 centímetros el nivel de Gatún, lo que garantizaría unos 200 millones de metros cúbicos más, y mil 100 tránsitos adicionales por año.

Las nuevas esclusas reutilizarán el líquido en un 60 por ciento mediante tinas creadas especialmente con ese fin. En cada cruce, el agua de las esclusas (nuevas y viejas) que están más próximas a las cabeceras, se va al mar.

En términos económicos, la Autoridad del Canal asegura que en una década se puede recuperar la inversión que entró en fase de terminación, y que fue aprobada en referéndum popular el 22 de octubre de 2006 por el 73 por ciento de los asistentes a las urnas, convocados por el entonces presidente Martín Torrijos.

Pero sumado a esta, otras obras que se construirán en breve, como la segunda y tercera línea del Metro, la ampliación de circunvalantes y el tercer y cuarto puente sobre la vía interoceánica, llevarán a la nación a un galopante endeudamiento, el cual resulta un reto económico para el Gobierno.

En ese boom constructivo, el país basa su crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), uno de los más altos de Latinoamérica y el Caribe, y sin dudas ello permitirá crear riquezas. No obstante, la nación también ocupa un lugar destacado en la inequidad en su distribución.

Y los panameños critican a diario con indignación como los capitales privados nacionales y transnacionales se llenan los bolsillos con este desarrollo, al más rancio estilo neoliberal.

/N.A

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