Opinión

Paúl del Río

Si hay hombres que contienen un alma sin fronteras, / una esparcida frente de mundiales cabellos, / cubierta de horizontes, barcos y cordilleras, / con arena y con nieve, tú eres uno de aquellos. (Miguel Hernández, Al soldado internacional caído en España).

Se ha despedido Paúl del Río de la mano con Máximo Canales. El soldado internacional, el pintor, el escultor de sueños. Amando la vida que se transmuta en muerte y viceversa. No siempre se sabe distinguir con qué cara la transmutada diosa viene. Persigue a los héroes, los confunde y este no sabe cuál lo besa y cuál lo acecha.

Disfrazada de bala de plata penetra en su corazón y lo lleva hacia la sepultura gritando con Miguel Hernández, "Varios tragos es la vida y un solo trago es la muerte". Con Miguel Hernández el héroe grita esta oración: "Aunque bajo la tierra / mi amante cuerpo esté, / escríbeme a la tierra, / que yo te escribiré".

Te diré, Paúl: nos vemos en la aurora, nos reuniremos celebrando la vida cantando y más cantando, como nos enseñó el Chino Valera Mora. Escuchando el llamado de los cielos y de la tierra, de los pueblos oprimidos y marchando en paz al combate por la vida, plenos de fe, plenos de fuerza, entonando "arriba pobres de la tierra, en pie famélicas legiones"… Resonando las campanas del sagrado siglo XXI cuando iremos logrando que la paz sea la partera de la historia en la medida que derrotemos la violencia imperial y desde las entrañas de la tierra vaya naciendo la primavera de la nueva civilización fundada en la solidaridad y la fraternidad entre los pueblos, entre los seres humanos y la naturaleza de la cual somos una prolongación. Restableciendo la unidad entre espíritu, mente, cuerpo y naturaleza.

En tu morada del Cuartel San Carlos libre, capitán de navío Manuel Ponte Rodríguez, te despediste un domingo de resurrección. ¿Qué simbología será esta?

En ese cuartel Rómulo Betancourt dejó morir sin asistencia médica a ese heroico oficial, comandante de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. La prensa capitalista no publicó la tarjeta de invitación al sepelio. El mando militar no le rindió honores como oficial de la Marina de Guerra. Hoy lo cubre el amor del pueblo patriota y de todos los militantes revolucionarios.

Paúl, nos sentimos honrados por haber compartido contigo la militancia revolucionaria.

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