Sin Carta Magna

El decreto de Obama contra Venezuela establece que sancionará a quienes  aprueben “medidas que prohíban, limiten o penalicen la libertad de expresión”. Ocurre que nuestra Constitución Nacional consagra la libertad de expresión, pero la limita al prohibir el anonimato,  la propaganda de guerra,  los mensajes discriminatorios y los que promuevan la intolerancia religiosa (art. 57). El superdecreto  de Obama se coloca por encima del  mandato constitucional  y nos deja sin Carta Magna.