Cuba recibió en grande a campeones de Serie del Caribe 2015
Los jugadores fueron recibidos en su provincia de origen por el vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel
El parque La Independencia se convirtió en el escenario perfecto para recibir el lunes a los integrantes del equipo Vegueros de Pinar del Río, tras coronarse campeones este domingo en la Serie del Caribe 2015, que se realizó en San Juan, Puerto Rico.
Los jugadores fueron recibidos en su provincia de origen por el vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien calificó la victoria del equipo como "la más importante de la última década" para el béisbol de la isla, reseñó una nota del diario Líder en su portal web.
De igual forma, transmitió un mensaje de agradecimiento y felicitaciones por parte del presidente de la nación, Raúl Castro.
Por su parte, el manager de Vegueros de Pinar del Río, Alfonso Urquiola, agradeció el apoyo brindado por el pueblo cubano y manifestó que "el respeto y el amor de esa afición jamás se podrán negociar", reseñó Prensa Latina.
Cuba consiguió tras 55 años de ausencia la corona del clásico caribeño, tras vencer en la gran final de la Serie del Caribe a los Tomateros de Culiacán 3 carreras por 2.
El conjunto cubano consiguió el campeonato tras pasar dos grandes obstáculos, el primero al ganar en semifinal a Caribes de Anzoátegui, campeón de Venezuela, equipo que llegó a esa instancia de forma invicta con récord de cuatro victorias sin derrotas.
Los cubanos, que llegaron con récord de una victoria y tres derrotas, ganaron en la semifinal 8-4 a Caribes, con lo que consiguieron su pase a la final, en la que terminaron imponiéndose ante los mexicanos.
Cuba regresó el año pasado a la Serie del Caribe en Margarita, Venezuela, cuando fue representada por el equipo de Villa Clara.
Cuba ganó su último título en la Serie del Caribe en 1960 con los Elefantes de Cienfuegos, campeones con marca de 6-0. Había dejado de participar en este importante evento del béisbol latinoamericano debido al bloqueo comercial, social y económico impuesto por el gobierno de Estados Unidos, como represalia al pueblo cubano que enarbola las banderas del socialismo y se colocó en contra a los intereses hegemónicos de Washington sobre la isla.
