Venezuela vive momento donde las acciones y decisiones tomarán mayor tiempo en la historia
Para nadie es una mentira, pero el ser humano por naturaleza está destinado en su vida llegar a un punto final, circunstancia que no sucede con los procesos políticos, sociales, culturales y económicos, son experiencias que pueden tomar toda una vida o incluso abarcar mucho más de semejante episodio que vive la sociedad. Lo antes expresado, es razón suficiente no solo para simplemente entender que está pasando en el país, sino comprender y vivir desde las experiencias que permitirán al pueblo venezolano, ir asumiendo con mayor rigurosidad sus responsabilidades.
El profesor y analista Alirio Liscano al ser entrevistado sobre el tema actual del país, dijo que el gobierno por presión ha tenido que crear y elaborar nuevas medidas a los efectos de solucionar diversos problemas, muchos que por desconocimiento han sido impuestos y otros que se han trasladado a la nación, creando así las “condiciones” para los sectores adversos u opositores.
Liscano resaltó que todo sucede debido a que el hombre o la mujer, tiene un periodo de vida y puede pasarla toda sin cumplir los objetivos. “El tema filosófico es que el ser humano es naturalmente finalista, esto significa que nacemos con una estructura física psicológica, pero en esa estructura una cosa para el ser humano, es tener la idea de que va ocurrir al final y por eso es difícil que entendamos al final no está en los marcos de nuestra propia vida”
Pero en el marco de los procesos “sociales y políticos y eso incluye por supuesto la economía que son problemas mucho más problemático mucho más difícil de resolver, nudos más difíciles de desamarrar, en ese contexto de cosas problemáticas hay situaciones en que procesos no se resuelven en los límites de una vida… …porque son extremadamente complejas” detalló Liscano.
Precisó Liscano que “…por eso tenemos dificultades con algunas políticas, la transformación económica, una revolución como la Bolivariana ha propuesto el camino pacifico, democrático, electoral, o sea por las buenas, es mucho más complicado y es mucho más prolongado, que si fuera un revolución violenta, como fueron las otras, pero el mundo está clamando es una revolución que no tenga necesidad de violencia, ni de guerra, mucho menos derramamiento de sangre, por ese camino es que vamos”.
Para finalizar resaltó el profesor Liscano “la política económica es una política difícil para cualquier proceso revolucionario y en el caso venezolano se trata de una transición larga porque resulta que la cultura capitalista, o sea la cultura del imperio y de la oligarquía que han sido los sectores dominantes están tan instaladas en la cabeza de la gente que cuesta que se amolde a esta nueva propuesta”.