Hamilton líder de la temporada al ganar el Monza
El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar el Gran Premio de Italia, el decimocuarto del año, que se disputó este domingo en Monza y que el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) concluyó cuarto.
Hamilton obtuvo su sexto triunfo del año, el sexagésimo octavo en F1, al ganar por delante de los finlandeses Kimi Raikkonen (Ferrari) y Valtteri Bottas (Mercedes); y ahora lidera el Mundial con 256 puntos, treinta más que Vettel.
El holandés Max Verstappen (Red Bull) fue quinto este domingo en Monza, donde el español Carlos Sainz (Renault) concluyó noveno y su compatriota Fernando Alonso (McLaren) abandonó, tras la décima vuelta, por un problema de motor.
El francés Romain Grosjean (Haas) acabó sexto, por delante de los dos pilotos de Racig Point Force India, su compatriota Esteban Ocon y el mexicano Sergio Pérez.
Por detrás de Sainz cruzó la meta en décima posición, y también entró en los puntos, el canadiense Lance Stroll (Williams).
La siguiente carrera, la decimoquinta del Mundial, se disputará el 17 de septiembre en el circuito de Marina Bay, sede del Gran Premio de Singapur.
Golpe maestro
El temple de los campeones se mide en ocasiones así. En situaciones límite donde otros dudan o simplemente yerran. Lewis Hamilton tiene eso, precisamente eso, que distingue a las leyedas. Y este domingo volvió a demostrarlo en Monza, con dos maniobras de maestro en la primera chicane que le llevaron hacia la victoria por delante de Kimi Raikkonen y Valtteri Bottas. Más lejos, en el quinto puesto, hubo que esperar a Sebastian Vettel, víctima de un madrugador trompo, ante su gran némesis, que heló los corazones de millones de tifosi.
El Mundial se jugó a final de recta, donde ya rozaron las carrocerías. Unos metros más allá, en la variante de la Roggia, Hamilton lanzó un órdago con una frialdad inaudita. Metió el coche por fuera y Vettel, bastante a la desesperada, quiso atravesar por donde lo impedía la Fisica. El trompo, el alerón delantero roto y el inevitable paso por boxes. Desde el último puesto, a casi 25 segundos de la cabeza. Todo al revés para él, que partía con la firme esperanza de reducir los 17 puntos y se marcha con 32 de déficit.
Las dos vueltas tras el coche de seguridad no enfriaron el ánimo de Hamilton. Más bien al contrario. A final de recta congeló a todo el Autodromo Nazionale otro adelantamiento de manual. Afortunadamente para toda Italia, Raikkonen reaccionó casi de inmediato para retomar el liderato. Con un inmenso peso a su espalda, el finlandés debía controlar el ritmo del Mercedes.
Un bello teatro
Siempre a rebufo, a poco más de un segundo, Hamilton se mantuvo agazapado a la espera de su momento. En la vuelta 20, sus mecánicos montaron un bello teatro para engañar a Ferrari. Raikkonen mordió el cebo y todo parecía dispuesto para el intento de overcut. El británico apretaba a fondo, con registros que parecían suficientes para ganar la posición gracias a una parada inmediata. La gente de Mercedes amagó de nuevo. Otra falsa alarma. El plan había cambiado.
Hamilton pasó al fin al pit lane en la vuelta 29, por lo que Raikkonen salía por delante por tres segundos. El único y terrible problema es que el liderato pasaba a manos de Bottas. Incrustado entre los Mercedes, con ampollas en el neumático trasero izquierdo, Kimi vivía otra situación límite. Por mucho que forzara por detrás Vettel, el campeonato se jugaba sin su presencia. En la vuelta 45, concretamente, con la formidable pasada de Hamilton a Raikkonen, ya casi sin neumáticos, en la primera chicane.
El papel de Bottas, su relevo de 36 giros con el superblando, no sólo había servido para pelear por el podio. El tercer escalón lo defendía Verstappen a dentelladas. No conoce otra forma el holandés, único valedor de Red Bull tras la rotura de motor de Daniel Ricciardo. Así se lo dejó claro al 77, con un codazo a final de recta que recibió el justo castigo de cinco segundos. Ahí se escapaba el podio.