Porqué el rosa se asocia a las mujeres y el azul a los hombres
Históricamente, muchas culturas dan por válido aquello de que el rosa es para la la mujer (porque posiblemente a ellas les gusta más), y el azul se asocia al hombre (porque ellos lo prefieren). ¿De dónde viene este mito y qué tiene de real?
Obviamente, esto no fue así siempre. Los historiadores piensan que esta asociación de los colores por género comenzó en algún momento a principios del siglo XX en el mundo occidental. Antes de esto, el rosa y el azul realmente no tenían ninguna connotación específica de género, de hecho, hay numerosos ejemplos de hombres vestidos con trajes rosas y niñas vestidas de azul.
Contrario a lo que se suele pensar, la asociación se inició “al revés”. Justo antes de la década de 1920, el rosa fue considerado por muchas guías como más apropiado para los niños y azul para las niñas, también hay que decir que muchas personas ignoraron por completo las recomendaciones de género.
Una de las primeras referencias a este esquema de color original apareció en una edición de junio de 1918 de la publicación Earnshaw’s Infants Department. ¿Por qué? La razón era que el rosa, siendo un color más decidido y más fuerte, se veía más adecuado para el niño, mientras que el azul, que es más delicado, se asociaba para la niña.
Unos años después, en 1927, la revista Time imprimió un cuadro que destacaba los colores apropiados para cada sexo en niñas y niños según los principales grandes almacenes de la época en Estados Unidos. Recomendaron a los padres que vistieran a los niños en color rosa y a las niñas en azul. Entonces se pensó que era buena idea, ya que si los padres seguían por tradición este esquema de color, no tendrían que comprar un guardarropa nuevo y un conjunto de accesorios para bebés en los colores “apropiados” con la llegada de un nuevo hermano o hermana. Unos años después, poco antes del gran cambio, comenzó a reinar el “caos” en cuanto a colores y géneros. Por razones desconocidas, hacia 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes de ropa decidieron que el rosa era para las niñas y el azul para los niños.