Da miedo correr contra Marc Márquez. Sobre todo en Austin.Da miedo que los arrase cuando y como quiera. Da miedo que aunque le sancionen, sólo tarde 11 curvas en ponerse primero. Da miedo que haga pole -la sexta seguida en Texas-, vuelta rápida -cinco de seis- y victoria -seis de seis- en el circuito de las Américas.
En realidad, ya daba miedo su ritmo en Qatar, una pista mala para él y la Honda y donde sólo cedió por 27 milésimas. O en Argentina, donde los metía medio segundo por vuelta pese a que sus malas acciones le condenaron.
Sí porque a este paso Márquez destruirá… este Mundial. Porque lo que de verdad puede destruir lo que siempre ha sido -una familia, como dijo Randy Mamola en su emocionado discurso- pueden ser los pitos e insultos a un piloto, da igual cómo se llame. Todos se juegan la vida y la frivolidad de este mundo actual parece olvidarlo. "Hay mucho ruido por aquí, ¿no? Pero se está bien", bromeó el catalán ante los improperios.