Opinión

EEUU nos da clases de… tantas cosas

¡Observad, guarimberos, de la que os habéis salvado por no vivir en EEUU!

Estados Unidos practica detenciones sin orden judicial y tortura a los presos con métodos cada día más infames, curiosamente producto de mentes científicas brillantes y la tecnología más avanzada. Lo dicen sus propios informes y los de la Organización de las Naciones Unidas. Pero Estados Unidos –imperio al fin- se siente en el pleno derecho a darles clases a los demás países en materia de derechos humanos.

Estados Unidos también quiere ser nuestro profesor en materia de régimen penal, aunque tiene uno de los más atroces del planeta con millones de privados de libertad (en su mayoría negros, indígenas o blancos pobres), miles de ellos condenados a cadena perpetua o a penas mayores de cincuenta años de cárcel, que viene siendo lo mismo. Eso sí, por ser un país muy avanzado, muchas de esa personas cumplen su condena en una prisión privada y no en un horrible antro estatal, como en el caso venezolano. ¿En qué cambia eso las cosas? No en mucho: allá, igual que acá, la cárcel es un negocio para forrarse de billete, solo que acá tenemos pranes y allá empresarios de paltó y corbata.

Estados Unidos nos da lecciones de cómo tratar a los manifestantes. Bien peinados y maquilladitos, los voceros presidenciales o del Departamento de Estado aseguran que se les debe rociar con pétalos de rosas y darles respetuosas reprimendas, que no afecten su dignidad humana. Sin embargo, en Ferguson no aguantaron noche y media de disturbios y le lanzaron a la negritud indignada tropas militares dotadas de rifles semiautomáticos y tanquetas. ¡Observad, guarimberos de Chacao, El Cafetal, Altos Mirandinos y Valencia, de la que os habéis salvado por no vivir en EEUU!

Estados Unidos se dispone a aplicar sanciones contra quienes reprimieron manifestaciones violentas en Venezuela, mientras en Nueva York metieron presos a 200 que ni siquiera estaban tirando piedras: únicamente habían obstaculizado el libre tránsito. ¿Y entonces, qué medidas habría tomado la policía de Nueva York contra una patota que hubiese atravesado la quinta avenida con una guaya? Calcule usted.

La clase dirigente gringa cuestiona a Venezuela porque hay políticos -consentidos de ellos- privados de libertad, mientras en las cárceles del imperio hay cientos de presos de conciencia, individuos encarcelados por delitos de espionaje, por pertenecer "presuntamente" a Al Qaida o por ser líderes de los pueblos originarios casi arrasados por los "carapálida". Así es la cosa, querido Toro Sentado: candil de la calle, oscuridad de la casa.

A Obama, Kerry y sus atildados portavoces les preocupa el pobre Leopoldo López, al tiempo que mantienen preso desde hace 34 años al independentista puertorriqueño Oscar Rivera, a quien le faltan nada más que 36 años más para cumplir su condena… Por cierto, los primeros doce años los pasó en una celda de aislamiento total en la prisión Supermax ADX Florence, en Colorado (una cárcel para presos de alta peligrosidad a la que llaman "la Alcatraz de las montañas Rocosas"), a miles de kilómetros de su Borinquen natal y de Chicago, su lugar de residencia. López (en su celda con wi-fi, blue ray y jaula con periquitos) debería darse con una piedra en los dientes, como quien dice.

[Dicho sea al margen, Rivera al menos se mantiene con vida. Diferente fue la historia de Filiberto Ojeda Ríos, asesinado por tropas de asalto del FBI en 2005. Este anciano de 72 años fue abaleado "en nombre de la ley" y murió desangrado sin recibir auxilio. Otro ejemplo de cómo tratan a los disidentes en el país de los que pontifican sobre libertad y democracia]

Los jefes de la claque política anticastrista de Florida dicen defender los derechos humanos con las sanciones que promueven contra funcionarios venezolanos. Y son parte de la misma mafia de la que es destacada figura -héroe, la verdad- Luis Posada Carriles, el genocida del avión cubano y uno de los promotores y practicantes más eximios de la tortura a prisioneros políticos en la Venezuela democrática de los años 60, 70 y 80, cuando le decían "Bambi" o "el Comisario Basilio"… ¡Qué cara e’tabla son estos gringos, incluso los reencauchados!

clodoher@yahoo.com

/N.A

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button