Celebran en la oposición la fuga de Ledezma
Y los pocos miembros caídos que quedan de la oposición venezolana, levantaron sus vasos, y Ramos Allup aprovechó para decir: “Adelante a luchar milicianos…
Ante el gran escape de Antonio Ledezma, los pocos miembros caídos que quedan de la oposición, decidieron reunirse para celebrar la huida
Mientras se comía un sándwich de pernil, que un militante adeco le había traído de la encrucijada, en La Victoria, Ramos Allup escuchaba atentamente el himno de Acción Democrática, y cuando iba por el tercer mordisco, le sonó el busca persona –un viejo sistema que crearon algunos miembros caídos de la oposición, porque el régimen los estaba grabando por teléfono-. Tomó el aparato que sonaba: Mud. Mud. Mud, y vio allí el mensaje: Reunión urgente en la quinta Caviar. Hoy, 8 pm.
Más allá de más nunca, en la quinta La Talanquera, Ismael García estaba disfrutando de su tercer jugo de melón con limón mientras leía La propiedad es un robo, del anarquista francés Pierre-Joseph Proudhon. Y a medida que avanzaba en la lectura pensaba: “Esta vaina está bien difícil, no entiendo un carajo” Su pensamiento fue interrumpido porque le sonó el busca persona: Mud. Mud. Mud. El hombre tomó el aparato mensajero y leyó: Reunión urgente en la quinta Caviar. Hoy, 8 pm. El diputado en desacato puso el libro sobre la mesa y terminó de tomarse el jugo y dijo: “Creo que si salgo ahora llego a tiempo. Ojala que sea una vaina buena, porque ya nosotros no tenemos nada que celebrar”.
Y eran las ocho de la noche y en la quinta Caviar eran pocos los miembros caídos que se hallaban reunidos. Allí estaba Julio Borges que, cuando vio a Ramos Allup le dijo: “Enrique me preguntó si tú venías, y yo le dije que sí, y él me dijo: Si va ese tumor, entonces yo no voy”. Algunos sonrieron y Ramos Allup comentó: “Ese debe irse de una vez para su apartamento en Nueva York, antes de que lo metan preso”.
Al momento llegó el diputado en desacato Luis Florido, y dijo. “Cada día se pone más difícil ir a Washington y sobre todo llegar de Washington”. Y una vez reunidos allí, los pocos miembros caídos, fue Julio Borges quien tomó la palabra y dijo: “Compañeros, los he invitado aquí para decirles que tenemos que celebrar la huida del compañero Antonio Ledezma, aunque me he dado cuenta de que ninguno de ustedes como que sabía la noticia”. Ismael García fue el primero en hablar. “Yo pensé que esa fuga era parte del acuerdo del diálogo, y por eso no le paré”. Los mesoneros llegaron con whisky y pasapalos, y Florido dijo: “Bueno, celebremos esa fuga de cerebro” Andrés Velázquez sonrió ante la frase de Florido y dijo: “No se olviden que tenemos que hacer las primaras para las elecciones presidenciales”. Y todos se carcajearon. “Y me imagino que ya tú estás inscrito”– dijo Ramos Allup. Y se tomó el primer trago.
Ismael García tomó la palabra. “Les digo una vaina, esa fuga de Ledezma parece una gira presidencial, porque llegó a Bogotá y lo saludó Pastrana y Santos, y después apareció en Madrid, y lo saludó Mariano Rajoy. Carajo, ni un presidente”. Y después que dijo eso se tomó su segundo trago. Omar Barboza, quien le prestó su tarjeta de Un Nuevo Tiempo a un montón de adecos y de Primero Justicia, tomó la palabra. “Yo creo que nosotros debemos celebrar este gran escape de Ledezma, porque su partido, Alianza Bravo Pueblo, no tiene militantes para celebrar”.
Y los pocos miembros caídos que quedan de la oposición venezolana, levantaron sus vasos, y Ramos Allup aprovechó para decir: “Adelante a luchar milicianos…” Y en eso todos bajaron los brazos y dijeron: “Así no se vale”. Vamos otra vez: “Salud” Y siguieron celebrando.
@robertomalaver