Un chip podría curar el Alzheimer y mejorar tu memoria
La medicina y la tecnología avanzan de la mano con el anhelo de mejorar nuestras condiciones de vida en edades avanzadas. Al llegar a la tercera edad, nuestro cuerpo comienza a fallar, los engranajes que conforman el cerebro humano se oxidan y pierden rendimiento con el paso del tiempo.
Imagínate que la memoria es como un vaso, que se va llenando de recuerdos y experiencias a lo largo de toda tu vida, y al llegar a la etapa final de nuestra existencia, el agua rebosa por todos lados y nos cuesta recordar las cosas, ya que la memoria es una de las capacidades cerebrales que más se ve afectada con los años.
Otro de los inumerables ejemplos de la sinergia entre la medicina y la tecnología se ha dado durante un congreso de la Sociedad de Neurociencia en Washington DC, donde el profesor Dong Song, especializado en Ingeniería Biomédica en la Universidad del Sur de California (USC), ha presentado recientemente sus investigaciones sobre una memoria artificial a modo de prótesis. Song ha conseguido demostrar que el uso de implantes en el cerebro puede mejorar la memoria humana.
Este descubrimiento podría tener importantes avances en el tratamiento de enfermedades neuronales, como el del Alzheimer, y mejorar sustancialmente la calidad de vida de los pacientes.
Según un artículo publicado en New Scientist, para probar el dispositivo, el equipo de Song ha contado con la ayuda de 20 voluntarios a los que se les han implantado electrodos cerebrales para realizar un estudio sobre el tratamiento de la epilepsia. El chip está diseñado para imitar la forma en que procesamos los recuerdos de forma natural.
Una vez implantados los chips que podrían curar el Alzheimer (o minimizar sus efectos) en los voluntarios, el dispositivo del profesor Song proporciona pequeñas descargas eléctricas al hipocampo, una región del cerebro vital para el aprendizaje y la memoria.
Al liberar dichas ráfagas de electricidad se puede establecer un patrón que imita los patrones normales y saludables de actividad cerebral. Además el implante es capaz de recopilar datos sobre su actividad cerebral durante las pruebas.
Durante la primera prueba, el equipo usó el dispositivo para recopilar datos sobre patrones de actividad en el cerebro cuando las personas estaban aprendiendo.
Cada voluntario realizó una prueba de memoria, en la que tuvieron que recordar qué formas inusuales y obscenas se les habían mostrado en los diez segundos anteriores. Con esta prueba se puede medir la memoria a corto plazo, y las personas suelen obtener alrededor de un 80 por ciento de acierto.
Cada prueba está diseñada para estimular la memoria a corto plazo o la memoria funcional y, con la recopilación de datos, los investigadores determinaron cuál era el patrón asociado con un rendimiento óptimo de la memoria.
Posteriormente, se utilizaron los electrodos del dispositivo para estimular el cerebro siguiendo ese patrón durante las siguientes pruebas.
La investigación muestra cómo mejora la memoria si se sigue el patrón. Dicha estimulación incrementó el rendimiento de la memoria a corto plazo en un 15 por ciento, y la memoria funcional en un 25 por ciento, aproximadamente. Cuando los investigadores intentaron estimular el cerebro sin seguir el patrón óptimo, el rendimiento comenzó a empeorar.
El profesor Song hizo unas declaraciones para New Scientist: "Estamos escribiendo el código neuronal con el objetivo de mejorar la función de la memoria.
Esto nunca se ha hecho antes". Por lo que el dispositivo de profesor Song ha sido el primero en ser eficaz a la hora de mejorar la memoria humana, pero aún queda mucha investigación por delante.
Se estima que el dispositivo pueda aumentar el rendimiento en las pruebas de memoria hasta en un 30 por ciento o combatir enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el Alzheimer.
Según la Asociación de Alzheimer, la edad es el mayor factor de riesgo para padecer la enfermedad de Alzheimer, que afecta, principalmente, a las personas mayores de 65 años. Si bien una mejor memoria es útil para que los estudiantes puedan prepararse los exámenes o para recordar los nombres, podría suponer un cambio en la vida de las personas afectadas por la demencia.
Los avances en medicina para intentar conseguir un remedio contra el Alzheimer, y el cuidado de la salud de mejoran continuamente, pero el número de personas que padecen esta enfermedad crece dramáticamente.
Para el año 2030, se teme que el 20 por ciento de los ciudadanos que tengan más de 65 años puedan padecerla.
Este aumento en el número de pacientes potenciales con demencia supone un alto precio, tanto si lo miramos desde el punto de vista financiero como desde el emocional, que es el más importante.
Se espera que este dispositivo pueda ayudar en la lucha contra los trastornos de la memoria, como la demencia, e incluso se adapten en otras áreas del cerebro, para poder tratar otro tipo de enfermedades neurodegenerativas o mejorar otras habilidades cerebrales como la visión o el movimiento, ha dicho el equipo de Song.
De momento se requieren más pruebas antes de que el dispositivo de Song pueda aprobarse como tratamiento para la demencia o la enfermedad de Alzheimer, pero sí puede ayudar a esos pacientes a recuperar una parte de su memoria, supondría un impacto beneficioso para los pacientes, sus familias e incluso, para la economía en general.