Un día como hoy la furia antipatriótica de Boves se extingue en la Batalla de Urica
Tras el combate, las bajas registradas fueron numerosas en ambos bandos, pero en realidad la pérdida más importante, tanto en la batalla, como en para la causa de dominio, fue la muerte de Boves, apodado León de los Llanos, el Urogallo y la Bestia a caballo, por la cruenta arremetida que emprendió contra los líderes y los ejércitos patriotas durante la lucha independentista
Hace 200 años, el 5 de diciembre de 1814, se libró la Batalla de Urica, en el estado Anzoátegui, combate en el que se enfrentaron más de 11.000 soldados: 4.200 patriotas liderados, por José Félix Ribas y José Francisco Bermúdez; y 7.000 realistas, bajo el mando de José Tomás Boves, quien murió en la contienda.
Tras el combate, las bajas registradas fueron numerosas en ambos bandos, pero en realidad la pérdida más importante, tanto en la batalla, como en para la causa de dominio, fue la muerte de Boves, apodado León de los Llanos, el Urogallo y la Bestia a caballo, por la cruenta arremetida que emprendió contra los líderes y los ejércitos patriotas durante la lucha independentista.
El jefe realista fue también conocido como Taita por los pardos, mestizos y negros rechazados por la élite de la época y acogidos por Boves, a quien siempre acompañaron y siguieron. Cuando Boves cae en muerto en el suelo de Urica, sus hombres siguen batallando y ganan el enfrentamiento.
La derrota patriota, aunque dejó más de 500 bajas, significó un impulso por lo que representaba la muerte de Boves y por su acción constante para derrotar la causa independentista.
"Cuando Boves vio que su fuerte columna era envuelta, salió de su centro precipitadamente muriendo también en este glorioso choque. El resto del ejército enemigo, es decir centro e izquierda cargó nuestra línea envolviéndola de modo que fuimos completamente derrotados", relató el soldado patriota José Tadeo Monagas, quien estuvo en la contienda.
Al enterarse de la muerte de Boves, quien inicialmente apoyó la causa patriota y luego se convirtió en uno de sus más enconados enemigos, Simón Bolívar dijo: "Era la cólera de los cielos que fulminaba rayos contra la patria".
El episodio, registrado hace dos siglos, fue recreado por el escritor Arturo Uslar Pietri en su libro Lanzas coloradas. "Ya Boves no está sobre su caballo, ya no destroza lanza en mano, ya su sombra no se extiende sobre toda la caballería, ya sus ojos no acicatean; el trapo rojo lo ha visto doblarse vencido. Lo han visto todos, lo han oído todos: ya Boves no está con ellos".