Marinos prueba una nueva fórmula
Amaneció en Puerto La Cruz y Marinos de Anzoátegui debía ganar el partido cinco para no perder la final frente a su público y tratar de llevar el careo a Barquisimeto forzando el juego seis.
El contexto no era el mejor para los navales, no sólo por el 1-3 en contra, sino porque había un nuevo entrenador, porque Miguel Marriaga estaba lesionados, Gregory Vargas no estaba al cien por ciento y la nómina tiene los años encima.
A pesar de todo eso los navales tuvieron un juego cinco de 30 asistencias, 45 rebotes, 91 puntos y 53% en lanzamientos de campo (36/68). Cuatro de sus titulares tuvieron doble figura y Vargas sumó ocho puntos con nueve asistencias.
“En este equipo hay mucha experiencia”, sentenció Manuel Berroterán, nuevo encargado del banquillo naval tras la salida de Tony Ruiz. “El jugador (Jesús Centeno) que comparte el liderato de juegos jugados en finales sale desde el banco en este equipo”, agregó.
El banquillo de Marinos ha anotado 27, 35, 32, 20 y 20 en los cinco juegos de la final, pero en los duelos que han ganado, el tres y el cinco, cuatro o más sustitutos se han hecho presente en el marcador, siendo Michael Hicks, de 40 años, el más efectivo con 11.4 por noche.
“Todos son experimentados en finales, saben manejar estas situaciones. Fue difícil responder pero se logro el objetivo”, aseguró Berroterán.
A Hicks se unen Óscar Torres, Héctor Romero, Juan Herrera, Centeno y Leon Rodgers, quienes acumulan campeonatos en la LPB y a nivel internacional, además de un recorrido y bagaje en varios tabloncillos del mundo.
“Vamos a Barquisimeto a jugar duro y a tratar de hacer el mismo trabajo que hicimos aquí (Puerto La Cruz). Seguimos vivos y lucharemos”, dijo el coach naval que con 37 años dirigió y ganó su primer partido en una final de la LPB y contó con el apoyo de Torres.
“Es Óscar Torres, es un jugador que pasó por la NBA y que tiene mucho conocimiento de baloncesto. Me ayudó bastante durante el partido cinco”, concluyó.