Puerto Rico «sin frustración» tras perder segunda final seguida
El veterano piloto Edwin Rodríguez, que dirigió por segunda vez consecutiva a Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol y la perdió por blanqueada de 0-8 ante Estados Unidos, después que en la del 2013 también fueron pintados de blanco por República Dominicana (0-3), dijo que el haber llegado era lo más importante.
Rodríguez vivió otra noche de frustración al ver como cuatro años después de haber perdido la final ante Dominicana, en el AT&T Park de San Francisco, en el Dodger Stadium de Los Angeles, ante 51.565 aficionados, entre ellos miles de seguidores boricuas, el equipo boricua volvió a perder el partido decisivo y además por blanqueada.
Nadie podía imaginarse lo sucedido, ni inclusive el piloto del equipo de Estados Unidos, Jim Leyland, que siempre dijo que el rival a batir era Puerto Rico después de ver como dominaron en los siete primeros partidos del Clásico, sin conocer la derrota, con marcador global de 55-18.
De ahí que llegasen a la final plenos de confianza, en medio de la euforia del pelo teñido de rubio, celebrada por todos los fanáticos y el país entero, que se identificó de inmediato con los triunfos del equipo nacional.
De hecho, ya había un vuelo preparado para llevar al equipo puertorriqueño a la isla para celebrar una corona, que de nuevo le fue esquiva.
"Estamos muy orgullosos de lo que logramos aquí, con récord de 7-1", declaró Rodríguez después de que Estados Unidos conquistara su primer título del Clásico. "Nos enfrentamos a un equipo de Estrellas, que nos ganó en todas las áreas del juego. Pitcharon mejor, batearon e hicieron todo mejor. Creo que jugaron los dos mejores equipos del torneo (en la final)".
Sin embargo, tanto la imagen triunfal de Puerto Rico como las opciones de triunfo se vinieron abajo a partir del tercer episodio cuando Estados Unidos anotó el primer racimo de dos carreras y desde el montículo Marcus Stroman mostró su mejor clase al lanzar seis episodios sin permitir imparable ni carrera.
"El denominador común de ese juego de campeonato fue Puerto Rico, así que no sentimos ninguna frustración", expresó Rodríguez, que quiso siempre centrarse en lo positivo, como fue el llegar por segunda vez consecutiva a la gran final. "Al contrario, nos sentimos complacidos y con muchas esperanzas".
Rodríguez reiteró que se debe tener una gran confianza en el futuro del equipo porque hay talento joven que Puerto Rico exhibió en el Clásico con figuras de Grandes Ligas como los jugadores Carlos Correa, Francisco Lindor, Javier Báez y el relevista Edwin Díaz.
Todos brillaron en diferentes momentos de este Clásico, que con toda seguridad les dará también experiencia de cara a su crecimiento con su respectivos equipos de las Grandes Ligas, donde tendrán a partir de ahora mayor protagonismo y proyección de cara al futuro que será brillante.
"Creo que la base, los cimientos se han plantado", subrayó Rodríguez. "Es un equipo bien joven donde la química empezó a desarrollarse y creo que para los próximos Clásicos ellos van a estar jugando juntos. Es una base bien sólida."
Rodríguez con una gran deportividad y clase señaló que siempre hay que respetar al rival y darle el crédito que se merece por lo conseguido en el campo.
"Estados Unidos nos ganó, pero tenemos que sentirnos orgullosos cuando dentro de nuestro equipo hay un núcleo de jugadores que creo que por los próximos tres o cuatro Clásicos van a dar mucho de qué hablar", adelantó Rodríguez. "Se cumplió con un cometido. Vinimos aquí a ganar un campeonato, pero con un récord de 7-1, nos sentimos satisfechos y complacidos con lo que se logró".
Sin embargo admitió que dentro del equipo existía un sentimiento mixto después de la derrota y la manera como se perdió el partido.
"Obviamente, salimos a jugar por el campeonato, pero no se logró y salimos con la cabeza (en alto), aunque la derrota duele, eso forma parte del juego y lo importante es quedarse con todas las buenas enseñanzas que nos dejó durante toda la competición.", agregó. .