Hace 163 años muere Simón Rodríguez, maestro del Libertador
Tal día como hoy, hace 163 años, falleció en Amotape, Perú, Simón Carreño Rodríguez, uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, quien abrió al Libertador, Simón Bolívar, los horizontes del pensamiento libertario, y cuya obra educativa, junto con el análisis de la realidad latinoamericana de su tiempo se cuentan entre los primeros intentos de reivindicar la especificidad cultural de nuestros países en los proyectos sociopolíticos.
Nacido en Caracas el 28 de octubre de 1769, el sacerdote Alejandro Carreño le dio su apellido pues, en 1793, al contraer matrimonio con María de los Santos Ronco, él mismo se declaró "Expósito de esta feligresía", término que solía utilizarse para aludir a quienes habían sido abandonados por sus padres. Su madre, Rosalía Rodríguez, era hija de un propietario de haciendas y ganado, descendiente de canarios.
Rodríguez concibió un modelo educativo revolucionario, que intentaba adaptarse a las características de las naciones americanas. Muchos años después, su más ilustre discípulo, Simón Bolívar, refiriéndose a esta enseñanza en carta al general Santander, diría que su maestro "enseñaba divirtiendo". Este espíritu de superar las rígidas costumbres educativas de la colonia está presente en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.
Partidario de la causa independentista por su contacto con el ideario de la Ilustración, en 1797 se vincula al proyecto emancipador del pedagogo mallorquín Juan Bautista Picornell, en asociación con los venezolanos Manuel Gual y José María España. Al fracasar esta tentativa revolucionaria, Rodríguez se trasladó a Jamaica, donde adoptó el nombre de Samuel Robinson, y luego viajó a Francia en 1801, donde encontraría nuevamente a Bolívar, siendo testigo del famoso juramento del monte Sacro, el 15 de agosto de 1805.
Tras vivir casi veinte años en Europa, regresó a América en 1823, recuperando el uso de su nombre, Simón Rodríguez. Al año siguiente estableció en Colombia la primera escuela-taller. Atendiendo una solicitud hecha por Bolívar desde Perú, fue nombrado Director de la Educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas, así como de Minas, Agricultura y Vías Públicas de Bolivia, con el encargo de crear la estructura educativa del país.
Sociedades Americanas, insistió en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea sintetizada en la tesis de que “la América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos”.
En 1826, inició una segunda escuela-taller, como parte del proyecto para toda Bolivia, pero dimitiría aquel mismo año, y trabajaría el resto de su vida como educador y escritor, alternando residencia entre Perú, Chile y Ecuador. En su obra
Con sus escritos defendió ideológicamente la obra de Bolívar, ejemplo de lo cual es El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de Armas (1830). Hacia el final de su vida ejerció la docencia en Quito y Guayaquil (Ecuador), donde un incendio destruyó gran parte de su obra escrita.
En 1853 viajaría por última vez a Perú, junto con su hijo José y Camilo Gómez, quien le asistiría en su muerte, ocurrida en 1854 en el pueblo de Amotape. Setenta años después, sus restos fueron trasladados al panteón de Perú, y luego a su Caracas natal, hallándose desde 1954 en el Panteón Nacional.
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En 1814 Simón Bolívar vence a Boves en San Mateo
Un 28 de febrero hace 201 años, Simón Bolívar, al mando de los patriotas, vence en increíble batalla a Boves en San Mateo. Se peleó en las calles del pueblo, en el río, en los caminos, en las alturas, durante más de diez horas.
Las heridas de Boves le obligaron a retirarse, dejando en el campo de batalla entre 800 a 1.000 muertos y heridos. Víctimas de esta acción fueron, entre otros, los insignes patriotas Villapol y Campo Elías.
La batalla de San Mateo fue un importante encuentro de la Guerra de Independencia de Venezuela, en la cual un ejército llanero, al mando del militar español José Tomás Boves situaron por varios días a fuerzas republicanas comandadas por Simón Bolívar. Los realistas cargaron varias veces contra la ciudad pero fueron contenidos por los patriotas con mucha dificultad.
El general Bencomo Barrios, historiador militar, describe la acción: “En las primeras horas del 28 de febrero atacaron los realistas. Boves, con la columna principal, cargó contra la derecha; mientras que Morales lo hacía contra el centro, y otra pequeña columna contra la izquierda. Para contrarrestar el ataque de Boves, Bolívar empleó el batallón Barlovento (Vicente Campo Elías), al mismo tiempo que rechazaba a Francisco Tomás Morales con fuegos de fusilería y artillería. Desde la izquierda republicana, el teniente coronel Gogorza contraatacó la derecha realista y la puso en retirada. El combate se decidió en favor de Bolívar cuando éste lanzó un contraataque sobre las fuerzas de Boves, quien se retiró al otro lado del río Aragua.”