Opinión

Baile de máscaras

Cansados de vivir con la máscara de siempre, los miembros caídos de la oposición decidieron dar un baile de carnaval en la quinta Caviar

En el amplio y majestuoso estacionamiento de la quinta Caviar, comenzaron a estacionarse los lujosos vehículos de los miembros caídos de la oposición que asistían al baile de máscaras en este carnaval. Algunos de los personajes estacionaban su vehículo, mientras que otros lo dejaban en manos de los encargados: Mamerto Pérez y Anacleto Zuloaga. Dos hombres que estaban allí para cumplir ese trabajo.

En la mañana de ese día, Henry Ramos Allup recibió de manos de su mayordomo Alfredo, el popular Mesita de Noche, el sobre con la invitación. Mesita de noche le dio el sobre y Ramos Allup le dijo: “Espérate, Mesita, para que escuches lo que me dicen estos locos en esta invitación”. Rompió el sobre, como si fuera Juan Carlos Caldera, tomó la invitación, y comenzó la lectura. “Estimado compañero. Lo invitamos al baile de máscaras que vamos a celebrar esta noche en la quinta Caviar, y solo le pedimos que venga disfrazado de lo que se le ocurra, eso sí, no venga con el disfraz de siempre, ese abandónelo y póngase uno nuevo. Lo esperamos. Habrá rifas y jugosos premios. Por una Venezuela nuestra y solo nuestra, asiste”. Ramos Allup vio a Mesita de Noche que sonreía, y le dijo: “Con gente así no se llega ninguna parte, Mesita de Noche”. Y Mesita le contestó: “Eso es verdad”. “De todas maneras, búscate por allí el disfraz del Guasón, ese que jode siempre a Batman”. Terminó ordenándole Ramos Allup

Y allí estaban entrando al salón Pedro Carmona Estanga de la quinta Caviar, un grupo de superhéroes: Batman solo, porque nadie quiso ser Robín. La Mujer Maravilla, seguida por Mamerto y Anacleto, que la veían con la boca abierta y las lenguas afuera. Superman con Luisa Lane, Lina Luna, Jaime Olsen, y Pedro White, el director del diario El Planeta. Linterna Verde. Flecha Verde. Flash. Hulk. Los 4 Fantásticos. El Hombre Araña. Gatúbela. Acuaman. El Capitán América. El Guasón, que es el único que sabemos quién es. Lex Luthor. El Pingüino. También estaba un personaje al que le decían que así no puedes entrar, porque no estás disfrazado. Y él insistía que sí estaba disfrazado. Hasta que dijo: “Yo estoy disfrazado de Gerardo Blyde” Y solo así lo dejaron entrar.

Entonces se escuchó desde la tarima la voz de El Pingüino que decía: “Buenas noches, compañeros. Y compañeritas, que he visto unas por allí, que no les conocía ese saoco. Estos carnavales no son mejores que los que vivimos nosotros todos los días, pero vamos a divertirnos en grande. Música”

Y arrancó la música y cada quien buscó su pareja. La Mujer Maravilla no lograba que Mamerto y Anacleto la abandonaran, porque los dos se le fueron encima en cuanto arrancó la música y allí estaban bailando con ella.

Mientras que algunos se diviertan, Pedro White, el director del diario El Planeta, donde trabaja Clark Kent, el que todos sabemos que es Superman, estaba allí conversando con su periodista Jaime Olsen: “Ya sabes Jaime, hay que mentir, pero mentir bien, como que la cosa fuera Verdad. Háblate con Clark, y monten un campaña contra este gobierno de Metrópolis, para que no se olviden que el poder somos nosotros, es decir, El diario El Planeta”. Lina Luna y Luisa Lane, se acercaron y preguntaron: “¿Contra quién tenemos que escribir hoy?”. Jaime Olsen les dijo lo que tenían que hacer y salieron a buscar a Clark Kent para contarle.

Pedro White encendió uno de sus tabacos, y después, viendo el baile de máscaras, dijo: “Lo bueno es que esta máscara se nos cae esta noche, la que no se nos cae nunca es la de políticos deshonestos”. El Guasón, que estaba allí cerca, le preguntó: “¿Cómo dice el amigo?” “Nada Guasón, aquí, pensando en voz alta”. Dijo Pedro White, el Director del Diario El Planeta.

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