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Chapecoense volvió a rodar la pelota en partido amistoso

La pequeña ciudad de Chapecó, en el sur de Brasil, volvió este sábado a vibrar con el partido amistoso ante Palmeiras, el primero después de la tragedia que en noviembre golpeó al mundo entero.

Las lágrimas bañaron este sábado el estadio Arena Condá, donde se reunieron familiares de las víctimas del trágico accidente que quebró los sueños de un club que había llegado de manera inesperada a la final de la Copa Sudamericana 2016. Ahora el “Chape” resurge dispuesto a honrar la memoria de los jugadores fallecidos.

Jackson Follman, el arquero que sobrevivió a la tragedia pero perdió una de sus piernas, se emocionó al entrar de nuevo en silla de ruedas en el campo que vio crecer a un club que pasó de la serie D a la Primera División en tan solo siete años.

Follman y los otros dos jugadores que sobrevivieron al accidente, Hélio Hermito Neto y Alan Ruschel, levantaron la Copa Sudamericana, el trofeo continental que engrosó las vitrinas del equipo a pedido del Atlético Nacional, que iba a ser su rival en la final de la competición el año anterior.

Entre lágrimas, las mujeres de los jugadores fallecidos del Chapecoense recibieron las medallas que acreditan a las víctimas del accidente como campeones póstumos de la Copa Sudaméricana.

El Chapecoense entró en acción este sábado para recibir al actual campeón brasileño, el Palmeiras de Sao Paulo, donde milita el venezolano Alejandro “Lobo” Guerra, y el cual fue el último equipo con el que se enfrentó antes de embarcar en el avión con destino a Medellín.

Los hinchas ocuparon desde primera hora de la tarde las gradas del estadio para transmitir ánimos al renovado equipo: con una media de edad de 24 años, el Chapecoense realizó 23 incorporaciones para formar su plantel, 14 de ellos menores de 25 años, y subió a 11 jugadores del equipo juvenil.

Independientemente del resultado, el partido despertó de nuevo la ilusión en Chapecó, una ciudad de 200.000 habitantes del estado de Santa Catarina que tendrá de nuevo un equipo al que poder acompañar en los torneos.

A los 71 minutos -en coincidencia con el número de víctimas de la tragedia en Colombia-, se realizó un homenaje a las víctimas que agregó todavía más emoción a un día inolvidable.

El 2-2 final, al cabo, fue una anécdota. Chapecoense, este sábado 21 de enero, sintió al fin que volvió a vivir, aunque el dolor no terminará nunca de estar.

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