Cómo limpiar tus lentes de forma adecuada
Cada día, el sudor, las lágrimas, la contaminación y el roce de los dedos puede causar que tus anteojos se ensucien con facilidad y, en consecuencia, no permitirán que tu visión sea clara.
1. CON AGUA Y JABÓN
Aunque no lo creas la mejor forma de quitar la suciedad de los lentes es lavándolos con agua y jabón. ¡Descuida! muchos expertos de la Asociación Americana de Optometristas (AOA) concuerdan con ésta técnica.
- La próxima vez que tus anteojos estén sucios, rocíalos con agua y agrega un poco de detergente líquido -cuida que este sea de Ph neutro- y frota con mucha suavidad hasta que salga espuma.
- Para secarlos, lo ideales es usar pañitos de sedas acrílicas o hilo, que ayuden a eliminar la humedad, evitando que los cristales pierdan transparencia y les queden manchas continuamente.
2. AL SECO, CON PAÑUELOS DE MICROFIBRA
Si no hay agua, lo recomendable es usar los pañuelos de microfibra, que por lo general vienen con los lentes. Estos deben guardarse en un estuche o bolsa protectora para que las partículas no se adhieran a la tela.
CONSEJOS
-Evita limpiarlos con papel, servilletas, toallitas húmedas o fragmentos de ropa, ya que siempre dejan residuos y, al frotarlos contra el cristal, pueden rayarlos y solo empeorarás la situación.
-Los limpialentes son una buena solución, aunque su efecto suele ser temporal.
-Nunca sujetes tus anteojos por los cristales, hazlo por la montura.
-Las monturas también deben ser lavadas frecuentemente para evitar la acumulación de grasa en ellas. Usa la misma técnica de agua y jabón y déjalas secar muy bien para evitar que se oxiden.