Ciencia y Tecnología
Un físico encuentra información sobre el alma en las células humanas
Los científicos aseguran que la información cuántica sobre el ser humano puede seguir viva de algún modo una vez que muere el cuerpo
El equipo del físico británico Roger Penrose ha encontrado pruebas de que los microtúbulos de las proteínas contienen información cuántica sobre el ser humano, que algunos denominan ‘alma’ y podría perdurar tras la muerte del cuerpo, informa ‘The Daily Express’.
Penrose explica que una prueba de esta teoría es que, cuando alguien muere, esos conductos liberan su información subatómica al universo pero, si el proceso es temporal y logra regresar a la vida, regresa a cuerpo: esa sería la vivencia de las personas que tienen experiencias cercanas a la muerte.
"Si el paciente no sobrevive al trance y fallece "es posible que la información cuántica pueda existir fuera del cuerpo", como ‘alma’, "tal vez de manera indefinida", añade Roger Penrose.
‘Aquí y ahora’
Los investigadores del Instituto Max Planck de Física (Múnich, Baviera, Alemania) están de acuerdo y establecen que el universo físico en que vivimos se basa en nuestra percepción pero, una vez que nuestra parte física muere, existe un infinito más allá.
Quien fuera máximo responsable de esa institución, Hans-Peter Durr, subraya que "lo que consideramos como ‘aquí y ahora’, este mundo, solo es la parte material de lo que nos resulta comprensible", mientras que "el más allá es una realidad infinita mucho mayor".
En este sentido, Durr detalla que "nuestras vidas ya están rodeadas" de ese otro mundo en el que, "cuando el cuerpo muere, el campo espiritual cuántico permanece", un fenómeno que se podría considerar "inmortalidad".
Por su parte, el científico Christian Hellwig, del Instituto Max Planck de Biofísica y Química (Gotinga, Baja Sajonia, Alemania) añade que las propiedades de "nuestros pensamientos, nuestra voluntad nuestra conciencia y nuestros sentimientos" se podrían considerar "espirituales" —debido a que "no tienen una interacción directa con las fuerzas de la naturaleza fundamentales"— y "corresponden de manera exacta con las características que distinguen los tremendamente desconcertantes y maravillosos fenómenos del mundo cuántico".