Tomar vino estimula las sirtuinas previnieniendo el envejecimiento
El doctor Leonard Guarente, profesor de Biología de Novartis, junto a David A. Sinclair y Paul F. Glenn Director de los Mecanismos Biológicos del Envejecimiento en la Escuela de Medicina de Harvard; estudiaron el comportamiento de las proteínas sirtuinas durante el proceso de envejecimiento y su relación con el vino tinto.
Las sirtuinas viven en nuestra propia piel, pero como suele ocurrir, con la edad van disminuyendo y siendo menos eficaces. De ahí que se aporten a la dermis a través de cosméticos, normalmente unidas a péptidos o resveretrate (una transformación del resveratrol).
Uno de los agentes naturales que contiene las sirtuinas es el vino tinto, los polifenoles mas específicamente, los cuales incluyen el resveratrol y quercetina. Estos actúan como compuestos que activan a las sirtuinas y por ende causarían longevidad.
Los polifenoles presentes en vino, frutas,verduras y aceite de oliva (quercetina, resveratrol y similares) pueden llegar a disminuir incluso la arterioesclerosis.
El vino tinto estimula esta enzima que retrasa el envejecimiento de las células y que podría igualmente prevenir enfermedades geriátricas como el Alzheimer. Los investigadores concluyen que las enzimas celulares estudiadas, las sirtuinas, son reguladoras universales del envejecimiento de todos los organismos vivos, y por ello resultan muy interesantes para el tratamiento del paso de los años.
Los genes en el envejecimiento es una vieja predicción de la teoría evolutiva, debemos recordar al genetista británico John Haldane que propuso en los años cuarenta, para explicar que enfermedades neurodegenerativas como el Huntington, el cual se manifiesta después de los 40 años. Haldane, razonó que en la antigüedad poca gente llegaba a esa edad, la mutación letal del gen había pasado inadvertida para la selección natural.
Otro de los genes del envejecimiento mejor conocidos en todo el reino animal se llama FOXO y también es el principal determinante genético de la longevidad humana. Sinclair, junto al biólogo del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Leonard Guarente, descubrió hace 10 años que la activación de la principal sirtuina, SIRT1, bastaba para prolongar la vida de la levadura de la cerveza, un hongo capaz de envejecer pese a su naturaleza unicelular.
“Las sirtuinas operan como guardianes de las células”, declaraciones del investigador David Sinclair, de la Facultad de Medicina de Harvard, “Estas enzimas permiten que las células sobrevivan al daño y demoran la muerte de las células”, añadió.
Luego de tres años de investigaciones y descubrimientos acerca de las sirtuinas, se determinó que de todos los compuestos analizados, el que más estimuló a la enzima fue el resveratrol, una sustancia que abunda en la piel de la uva negra y se cuenta entre los alcoholes o plifenoles del vino tinto.