Margarita en lo más alto de la Cumbre
EMIGDIO MALAVER G. / emalaverg@gmail.com / @Malavermillo
“Margarita la heroica, la de las gloriosas campanas…” como cantara una vez un poeta margariteño (valga la redundancia), describiendo a esta tierra bravía desde los tiempos del guaiquerí Francisco Fajardo, quien un día llegó y hasta fundó un hato en tierras de los indios Caracas.
Pedro Cuartilla, recordó estas frases de un amigo cronista, quien también le afirmó que era oyente fiel de su emisora favorita (Mundial Margarita 1020Am, 92.9FM y www.radiomundial.com.ve) y “sobre todo, le dijo, me gustan como difunden la cultura margariteña a través de los micros, sobre historia, lugares, personajes, tradiciones, pueblos y canciones, porque sin cultura, amigo, no hay revolución”.
El periodista asintió aquellas palabras y al mismo tiempo observó, que a lo lejos, caminando, por la avenida Bolívar, que pasa por el Centro Comercial, por donde estaba, a su amigo Pedro Cuartilla, quien se le acercó rápido y emocionado, pues venía de observar el centro internacional de prensa, que se inauguró para la XVII Cumbre del Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL), y después de los saludos, habló rápidamente: “Amigo Cuartilla, este evento del MNOAL, debemos todos de aplaudirlo, de apoyarlo y de esperar que todo sea un éxito, porque esto pone a Margarita en todo el centro del universo, en lo más alto de la cumbre, como tierra generosa en cuanto a belleza y a calidad de su gente.
Pero aparte de esto, es lo importante que se va a discutir en este Foro, pues trata de la paz, de la soberanía de los pueblos y de la no injerencia extranjera en la política de los pueblos, y eso es significativo y trascendental, porque él que no está de acuerdo con esos postulados, es porque quiere seguir lamiendo la bota imperial que le gusta pisar a los pueblos y esclavizarlos. ¿Qué tú dices?”
El periodista Pedro Cuartilla observando el ir y venir de carros y transeúntes, replicó: "Tiene mucha razón, amigo, pero sucede que aquí aún hay ciertos personajillos que no han entendido que es la margariteñidad ni mucho menos se aprendieron aquella plana que ponía, en primer grado, la maestra Hilda: “Yo amo a mi Patria”. Por tanto, estarán con todo lo malo que nos pueda suceder y eso es bien triste, pero es así. Sin duda alguna”.