Tres recetas frías para llevar al trabajo
Le llegó el turno a consentirte a la hora de comer en tu oficina, trabajo u universidad, tus recipientes herméticos. Seleccionamos tres recetas frías para disfrutar de días cálidos, excesivamente cálidos en algunas regiones. Esperamos que las disfrutes.
Pimientos del piquillo rellenos de atún y requesón
Estos pimientos rellenos son una exquisitez, tan ricos como sencillos de preparar, ideales para los días más calurosos, no hay que encender fogones y se degustan bien frescos. Es fácil que los pimientos del piquillo, o los rojos que conocemos en nuestros mercados,rellenos de atún y requesón gusten tanto, un entrante o en un aperitivo habitual en cualquier estación del año, o un almuerzo en nuestra oficina.
En esta ocasión no podemos decir que se omita ningún ingrediente, salvo la sal del final, es más sugerimos el requesón artesano, que no falte la piel de limón rallada que aporta un toque fresco excelente, el cebollín finamente picado.
Rellena los pimientos con atún, unido al requesón, cebollín, una pizca de pimienta blanca.
Lava bien el cilantro, sécalo y pícalo en trozos no muy pequeños.
Emplatado
Presenta los pimientos del piquillo rellenos, reparte la cebolla morada y el cilantro, termina con un hilo de aceite de oliva virgen extra y si quieres, una pizca de flor de sal. ¡Buen provecho!
Ingredientes (10 uds.)
10 pimientos del piquillo, 100 gramos de atún ahumado, 200 gramos de requesón, , 1/2 limón (su piel), 1/2 cebolla morada, cilantro, cebollín (1c tallo finamente picado) fresco, aceite de oliva virgen extra y sal marina, (opcional).
Elaboración
Prepara el relleno o farsa de los pimientos de piquillo, puedes hacerlo al momento o con antelación, reservándolo en el frigorífico para que esté bien fresco a la hora de servir.
Pon en un bol el requesón y la piel rallada del medio limón. Tocea el atún bien fino e incorpóralo al resto de ingredientes. Mezcla bien y listo. Reserva en el frigorífico, bien tapado con film transparente hasta el momento de rellenar los pimientos.
Ensalada de arroz con pollo, manzana y maní
De nuevo os traemos una receta fresca para disfrutar en verano o cualquier día caluroso, además es un plato nutritivo y saludable, si se acompaña de una ensalada se tiene una comida completa que se puede preparar en poco tiempo cualquier día de la semana.
Elige un buen arroz aromático, puede ser thai o basmati, por ejemplo. El pollo también tiene elección, si eliges pechuga tendrás una carne más baja en grasas y más seca, si eliges el muslo, pues lo contrario, de todas formas sigue siendo una carne magra.
La manzana que nos parece ideal para esta ensalada de arroz es la Granny Smith, o la verde, pues es un poco ácida, así que contrarresta en el paladar la grasa de la crema de maní, además aporta textura crujiente.
Ingredientes (4 comensales)
Para la ensalada
240-300 gramos de arroz basmati, 400 gramos de pollo limpio, 1 manojo de cebollín, 3 ramitas de cilantro, 200 gramos de manzana Granny Smith (sin piel ni corazón), 6 rabanitos (opcional), un puñado de maní al natural, aceite de oliva virgen extra, sal marina y pimienta de Sichuan.
Para la salsa de maní
4 c/s de mantequilla de maní, 2 c/s de agua (o la cantidad necesaria para hacer la mantequilla más ligera), 1 c/p de miel.
Pon a cocer el arroz en una olla con agua y sal, como haces normalmente, y cuando esté en su punto enfríalo con agua inmediatamente, puedes hacerlo poniéndolo en un colador y bajo el chorro de agua fría. Reserva.
Trocea el pollo en dados pequeños, pon una sartén a calentar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y dóralos, salpimentados al gusto. Cuando estén hechos, sin excederte en la cocción para que queden jugosos, retíralos y reserva para dejar enfriar.
Pica el cebollín bien fino y pica también las ramitas de cilantro. Pela la manzana y córtala en daditos. Lava los rabanitos y córtalos con una mandolina bien finos. Pela los maníes retirando la cáscara y la fina piel del interior.
Mezcla en un cuenco el arroz basmati con el cilantro, el cebollín, la manzana y los rabanitos, adereza con un hilo de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre de manzana, mezcla bien y reserva en frío.
h3> Para la salsa de cacahuete
Mezcla la mantequilla de maní con el agua, como indicábamos, con la cantidad necesaria para conseguir una densidad como de un sirope. Añade la miel y vuelve a mezclar, prueba por si es necesario rectificar.
Acabado y presentación
Sirve la ensalada de arroz incorporándole el pollo ya frío y unosmaníes, adereza con un poco de salsa de maní, el resto ponlo en una salsera para que cada comensal se añada a su gusto. Termina con una pizca de sal y pimienta de Sichuan, pero si prefieres no darle el toque picante, simplemente omite las especias. ¡Buen provecho!
Ensalada de pasta con tomates, feta y vinagreta de balsámico
Ingredientes (4 comensales)
350-400 gramos pasta corta, 380 gramos de tomates cóctel, 50 gramos de rúcula, 1 ramita de orégano fresco, 300 gramos de queso feta, 10 nueces, aceite de oliva virgen extra, sal.
Para la vinagreta
60 gramos de aceite de oliva virgen extra, 20 gramos de vinagre balsámico de Módena, pimienta recién molida, sal.
Elaboración
Prepara la vinagreta, pon todos los ingredientes en un pequeño cuenco o en el recipiente que utilices para hacer estos aderezos, y bate para emulsionar.
Saca la pasta del frigorífico y ponla en un cuenco amplio, añade los tomates, la rúcula, el orégano, las nueces y el queso feta, mezcla bien y adereza con la vinagreta de balsámico. Puedes dejar reposar la ensalada de pasta un poco más en el frigorífico, si lo deseas.
Emplatado
Sirve la ensalada de con tomates y queso feta en los platos, y acompaña de unas buenas aceitunas si lo deseas, es una sabrosa y nutritiva forma de disfrutar de una comida fresca en verano. ¡Buen provecho!
Pon una olla con abundante agua a calentar para hervir la pasta. Cuando el agua rompa a hervir añade la sal y a continuación los casarecce, deja que el agua recupere la temperatura y entonces baja el fuego a temperatura media alta.
Cuece la pasta hasta que esté al dente, entonces escúrrela y refréscala bajo el chorro de agua fría, escúrrela muy bien y adereza con un poco de aceite de oliva virgen extra. Reserva en el frigorífico para que la ensalada esté bien fresca a la hora de servir, mientras tanto prepara el resto de ingredientes.
Lava los tomates cherry y córtalos por la mitad, lava y escurre la rúcula, deshoja el orégano y desmenuza el queso feta con las manos. Casca las nueces y trocéalas.