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El cambio de Vicente Campos sigue impresionando a D-backs

Adquirido de los Yankees de Nueva York el pasado 31 de julio en un canje por el experimentado relevista Tyler Clipperd, Campos ya es conceptuado como un brazo con mucho potencial para la novena del Valle del Sol

A veces un pelotero pasa por una temporada completa en las Grandes Ligas sin impactar del todo a su debida organización, pero en ocasiones le vale menos de una semana en la cumbre del diamante para dejar una grata impresión, como lo hiciera el lanzador venezolano Vicente Campos con los Diamondbacks de Arizona.

Firmado a los 16 años de edad por la organización de los Marineros de Seattle, Campos fue subido a las Grandes ligas por los Diamondbacks el 25 de agosto del 2016 y bajado de nuevo el 31 de aquel mes, pero en ese lapso hizo sonreír al dirigente de la novena, Chip Hale.

"Lo que más me gusta de él es su cambio de velocidad, ése es un cambio de Grandes Ligas", elogió Hale del derecho nativo de La Guaira, en el Litoral Central venezolano y actualmente de 24 años de edad.

Adquirido de los Yankees de Nueva York el pasado 31 de julio en un canje por el experimentado relevista Tyler Clipperd, Campos ya es conceptuado como un brazo con mucho potencial para la novena del Valle del Sol.

"Desde que están en Clase-A, tratamos de inculcarle a nuestros lanzadores del valor de disponer de la combinación de recta y cambio", reveló Hale. "Acabamos de obtener a Vicente de los Yankees y él ya ha hecho eso. La otra noche tuvo un grandioso comando de su recta y su cambio fue noqueador.

"Lo más probable es que tenga que trabajar con la consistencia de su wind-up, porque vimos varios elementos diferentes en su mecánica", analizó el hombre que está en su segunda temporada frente al timón de los D-Backs. "Nos dio la habilidad de ganar la serie frente a los Rojos de Cincinnati aunque perdimos esa noche [27 de agosto]".

En esa velada de su debut en la Gran Carpa, Campos ponchó a cuatro en su faena de cinco episodios y dos tercios, trabajo largo que fuera precisamente lo que se esperaba de él cuando fue convocado desde Triple-A.

"Es un abridor", proclamó Hale de Campos, con vasta experiencia como tal en las menores. "Lo subimos básicamente porque necesitábamos un brazo que pudiéramos usar por muchas entradas ya que nuestro bullpen está agotado. Pero va a abrir. Si lo bajamos es para que lo haga, bien sea con Triple-A Reno o Doble-A Mobile".

Pese a su tierna edad, Campos ya ha atravesado por varios momentos bien interesantes en su paso por el apasionante mundo del diamante.

Vivió la experiencia de ser parte de aquel tan comentado canje entre los Marineros y los Yankees, en el cual pasó a la novena de La Gran Manzana conjuntamente con el abridor dominicano Michael Pineda, a cambio del entonces receptor venezolano Jesús Montero y el serpentinero quisqueyano Héctor Noesí el 23 de enero del 2012.

Sufrió la fractura del codo derecho en el 2012, lesión que también lo limitó en el 2013. Para colmo de males, fue sometido a la Operación Tommy John o reconstructiva de ligamentos del codo en el 2014 y apenas volvió a la lomita en el 2015.

No hay mal que por bien no venga es un refrán que tiene bases ciertas y en el caso de Campos encaja como anillo al dedo, porque prácticamente desde el quirófano emergió como mejor lanzador.

"Lo aprendí [ese envío que tiene maravillado a Hale] cuando estaba haciendo mi rehabilitación", informó Campos. "Antes de que me operasen, mi mejor pitcheo era la curva, hoy en día es el cambio. Duré un año fuera de la pelota por la Tommy John. Gracias a Dios me pude recuperar al 100 por ciento y hoy en día están los resultados".

Su pasantía reciente por la cumbre del diamante no fue exactamente kilométrica, pero la disfrutó plenamente con la esperanza de volver pronto a la meca de la pelota.

"Primero que nada estoy bien contento por una experiencia bien bonita, es un sueño hecho realidad para todo pelotero subir al nivel de las Grandes Ligas", dijo Campos en el hogar de los Gigantes de San Francisco. "Creo que el trabajo día a día me ha ayudado.

"Como todo novato uno siempre llega a las Grandes Ligas como relevo, pero espero que me den algún día la oportunidad de comenzar a abrir juegos, es cuestión de tiempo", subrayó el derecho que siempre ha admirado a su estelar paisano Félix Hernández, de los Marineros. "Siempre me ha gustado ser un abridor".

Todavía cabe la oportunidad de que ese sueño se produzca este mismo año en la Liga Nacional para el serpentinero que en las menores inició en 81 de sus primeros 108 encuentros, pero si no es así pudiera pulirse como tal en la temporada invernal venezolana 2016-17 con los Cardenales de Lara.

"Tengo pensado jugar en diciembre, todo depende de cómo termine aquí y de cuáles sean las cosas que me diga el equipo [de Arizona]", concluyó Campos, cuyo llamado a los Diamondbacks fue motivo para él de una gran alegría. "No me lo esperaba [su ascenso]. Todas las cosas que me han pasado [en la pelota] siempre me han sorprendido".

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