Anzoátegui y Zamora igualaron a un gol

El Deportivo Anzoátegui y el Zamora Fútbol igualaron 1-1 en el primer duelo de la gran final del Torneo Apertura y dejaron en suspenso la definición del campeón el cual se conocerá el domingo en Barinas cuando se dispute el partido de vuelta.

 

El partido en Puerto La Cruz comenzó con un libreto distinto al que había presentado el campeonato en su largo transcurrir por dos motivos: 13.850 personas pagaron boleto para presenciar el primero de la final y Zamora se defendía intensamente del embiste inicial del Anzoátegui que salió a buscar el gol apenas sonó el silbato del juez del compromiso José Luis Hoyo.

 

Charlis Ortiz y Manuel Medori se combinaron en las primeras de cambio para incomodar al meta zamorano Carlos Salazar. La intención del cuadro oriental era clara, asumir el rol protagónico en ataque y no dejar jugar con comodidad a los mediocampistas del conjunto barinés que partía con favoritismo absoluto para esta final.

 

Una respuesta heroica de Salazar ante un remate del juvenil oriental Julio Díaz (m. 6) el cual fue rechazado al tiro de esquina, fue el estimulante necesario para que el cuadro blanquinegro, que vestía con su segunda indumentaria, espabilara y se metiera en el partido. El despertador sonó y los dirigidos por Francesco Stifano salieron del letargo con el cual entraron en la cancha.

 

Mientras los minutos se diluían velozmente, Anzoátegui ejercía presión y más presión. Era eso lo que pedía el director técnico argentino Nicolás Larcamón al pie del gramado del José Antonio Anzoátegui. Su tropa cumplía al pie de la letra el plan y, contra todo pronóstico, se mostraban superiores. Medori y Ricardo ‘Kuki’ Martins con sus pases filtrados hacia Ortiz hicieron perder la paciencia a Stifano que comenzó a desesperarse al ver el rendimiento de su escuadra.

 

Zamora, pasado el minuto 25 cometió tres faltas al borde del área que Martins no pudo cobrar de forma efectiva. Estas oportunidades desperdiciadas dieron pie para que el luminoso continuara mostrando la igualdad sin goles. Tras la intensidad imprimida en la primera media hora, el careo se emparejó y se hizo espeso en la mitad del campo.

 

Cada ataque oriental provocaba que Carlos Salazar gritara para dar confianza a sus defensores. Sin muchas ocasiones de peligro generadas en la primera parte, el tridente conformado por Yeferson Soteldo, Ricardo Clarke y Gabriel Torres no tuvo otro remedio que echarse atrás a buscar balones y comenzar a contragolpear para generar peligro en la puerta custodiada por Renny Vega. No tuvieron éxito. Así, con el 0-0, se marcharon al descanso.