Opinión

La fuerza de las mujeres

No es necesario que sea el “Día de la Mujer” para que aquellos que promovemos la fortaleza de la familia y el amor como base del entendimiento remarquemos que la figura de la mujer es central e irremplazable en todos los órdenes de la vida.

Es bueno recalcular y dedicar tiempo especial, en el fragor de la batalla contra tantas adversidades, para enarbolar la gran bandera del sentimiento bueno, dulce y sincero hacia todas las mujeres de Venezuela.

La Revolución, el Presidente, el Gobierno en su conjunto, reconocen ese rol de nuestras mujeres con misiones específicas, ministerios, embajadas y leyes de protección como la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la vigente Ley Orgánica del Trabajo, el Trabajador y la Trabajadora, que amplía los tiempos de licencia pre y postnatal, entre otras mejoras.

El Poder Moral y Legislativo tienen a mujeres en roles de relevancia. En gobernaciones y alcaldías encontramos a decenas de compañeras asumiendo roles de vitalidad gerencial y en nuestro Ministerio de Comercio tienen responsabilidades muy altas. En Margarita tenemos cinco alcaldesas. Es una Venezuela Siglo 21 totalmente diferente a la del Siglo 20.

Hoy renuevo nuestra admiración hacia las patriotas que, desde la modestia de sus hogares, dan también su combate por el sostenimiento de sus familias y la educación de sus hijos sacando adelante a millares de niños y adolescentes.

Esa exaltación aplicada de la igualdad de género es otra promesa cumplida. Un logro de la Revolución.

Así como ser madre es el sueño de toda mujer, para nosotros lo es apoyarlas para que puedan fundar y desarrollar familias felices. De este camino nada nos desviará.

Hoy las estamos convocando para protagonizar esta nueva economía impulsada por el Presidente para industrializar desde la base, con proyectos dinámicos a los que el Estado debe prestar atención, estimular y apoyar.

Cada mujer en su casa es la mejor ministra de Economía porque casi mágicamente estira su presupuesto para satisfacer todas las necesidades del hogar.

Confiamos plenamente en nuestras mujeres como faros para desarrollar completas las posibilidades y alternativas productivas que naturalmente conducen a mejores condiciones de vidas para todas. Su sentido común y garra son esenciales.

Un fuerte abrazo y que ¡vivan todas las mujeres de Venezuela!

Las queremos y necesitamos siempre.

 

Dante Rivas

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