30 años de prisión a comerciante por abusar de una niña en Carabobo
El citado día, la madre de la niña se encontraba en el interior de su vivienda durmiendo con su concubino (Belisario), la cual está ubicada en la calle Libertad del barrio Las Vegas. Al despertar, se percató de que el hombre ya no estaba en la habitación
Ante las pruebas presentadas por el Ministerio Público, fue condenado a 30 años de prisión el comerciante Miguel José Belisario (56), por abusar sexualmente de una niña de 10 años de edad, hecho ocurrido el 2 de agosto de 2015 en el barrio Las Vegas de la parroquia Tocuyito, municipio Libertador del estado Carabobo.
En el juicio, la fiscal 22ª del referido estado, Arelys Veliz, ratificó la acusación contra el hombre por la comisión del delito abuso sexual continuado, previsto y sancionado en la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en concordancia con el Código Penal y con el agravante establecido en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Ante los medios de pruebas expuestos por la fiscal del caso, el Tribunal 1º de Juicio de Carabobo dictó la mencionada sentencia condenatoria contra el comerciante, la cual cumplirá en el internado judicial del referido estado, ubicado en Tocuyito.
El citado día, la madre de la niña se encontraba en el interior de su vivienda durmiendo con su concubino (Belisario), la cual está ubicada en la calle Libertad del barrio Las Vegas. Al despertar, se percató de que el hombre ya no estaba en la habitación.
De inmediato, la mujer comenzó a buscarlo en otras áreas de la vivienda, hasta que lo encontró en la habitación de la niña de 10 años intentando abusar de ella.
Al día siguiente, la madre de la víctima denunció el hecho, motivo por el que Belisario fue aprehendido por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en el municipio Los Guayos.
Posteriormente, se determinó que Belisario había abusado sexualmente de la niña en varias oportunidades después de suministrarle marihuana o burundanga para dormirla y que por lo regular el hombre esperaba que la madre se durmiera para entrar a la habitación de la víctima.
