Baja estatura: herencia genética o trastornos del crecimiento
La estatura de un niño está condicionada por su herencia genética; sin embargo, para asegurarse que el crecimiento es normal no bastará relacionarlo únicamente con la talla de sus padres. Existen factores nutricionales, psicosociales y patológicos que pueden ser la causa de un tamaño bajo en los infantes.
El déficit de hormona de crecimiento es una de las causas patológicas que puede provocar baja estatura en las personas. Así lo explicó la endocrinóloga pediatra Anabel Mejías, quien comentó que una manera práctica de los padres para monitorear el crecimiento de sus hijos es través de las tallas de ropa y calzado. Si en un lapso de un año no hay cambios en estos aspectos, es importante buscar ayuda médica para descartar cualquier trastorno que le impida desarrollarse de manera óptima.
De acuerdo con la galena, algunos indicios de déficit de hormona del crecimiento son apreciables desde las primeras semanas de vida: “En los recién nacidos pueden encontrarse niveles bajos de azúcar en sangre, y si es un varón el pene es pequeño. En el periodo de lactante, a medida que crecen lucen con aspecto angelical, cara redondeada, su frente luce algo abombada, prominente y su peso es normal, aunque pueden lucir ‘regordetes’ y con la voz aguda. En la etapa preescolar y escolar quizás el rasgo más relevante es la baja talla, notando que crecen muy lento”, agregó.
Evaluación del crecimiento
Las curvas de crecimiento son gráficos que comparan el crecimiento de un niño con el promedio obtenido de un grupo de la población de la misma edad (y sexo), que ayudan a pediatras y también a los padres a advertir alguna anomalía. Refirió la especialista que se debe medir también la talla de los padres y graficarlos en la curva de crecimiento donde se registra el peso y la talla del paciente, para conocer el potencial genético de talla del niño. Esto permite observar el rango de estatura óptima en donde debería estar el niño de acuerdo con sus progenitores.
Método diagnóstico
El déficit de la hormona de crecimiento ocurre cuando el cerebro deja de producir la cantidad necesaria de esta sustancia, usualmente, por fallas en el hipotálamo o en la glándula pituitaria, las partes del cerebro encargadas de la producción de hormonas.
De manera natural, los niveles de hormona de crecimiento en el cuerpo fluctúan con el transcurso de las horas. Pequeñas porciones de la sustancia son liberadas durante el día y un poco más durante el sueño de la noche. Por este motivo, medir esos niveles es una tarea compleja. Para conocer la cantidad de hormona de crecimiento es necesario retirar sangre cuando se haya provocado intencionalmente una subida en el nivel de la hormona. Existen varios estímulos farmacológicos para desencadenar la secreción de la hormona.
Uso temprano
Si se descubre un déficit o una insuficiente cantidad de hormona de crecimiento, será indicado un tratamiento primario que consiste en aplicar inyecciones de análogos de esta sustancia. Se recomienda realizar el tratamiento desde los primeros años de vida, mientras la estructura ósea aún está en expansión. La terapia dura varios años y requiere un control estricto por el especialista.
“Existen parámetros para conocer la eficacia del tratamiento en relación con la ganancia de estatura que va obteniendo el paciente, que debe acudir trimestral o semestralmente a la consulta del endocrinólogo pediatra para verificar la eficacia y la seguridad de la terapia”, acotó Mejías.
El especialista cambiará la dosis de la hormona exógena si es necesario, de acuerdo con las características de cada persona. Si el déficit de la hormona del crecimiento permanece al finalizar el periodo de desarrollo del niño, será preciso que el paciente continúe con el tratamiento, pero con dosis menores y siempre bajo supervisión médica.